ELECTRODOMÉSTICOS EN ALERTA
La industria sufre el asedio de Trump.
Lowell G. McManus estudió en la Universidad Estatal de Louisiana, y desde joven se interesó por los ferrocarriles de la Kansas City Southern (KCS), al punto que después de estudiar español en el ITESM de Monterrey, acabó siendo presidente y editor de la Sociedad Histórica de KCS.
En 1998 fundó Mexlist, un foro sobre ferrocarriles mexicanos que reúne 850 académicos, historiadores, líderes empresariales y aficionados en todo el mundo.
McManus radica en Eagle Pass, Texas, un nudo ferroviario fronterizo desde donde sigue el desarrollo de la industria.
Estudiar los ferrocarriles es una forma de entender esta industria cuyos concesionarios en México, Ferromex y KCSM, acumulan ventas anuales por 3,000 millones de dólares (mdd), según el reporte de la OCDE.
En México, el sector ferroviario fue privatizado desde 1995 y desde entonces las principales ferroviarias han invertido más de 7,500 mdd, según la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF).
El mercado va en aumento: Grupo México, que integra a las empresas Ferromex, Ferrosur, Intermodal México y Texas Pacífico, anunció en abril de este año la adquisición de la línea Florida East Coast Railway, con 565 km de vías, por la que pagará 2,100 mdd.
Ferromex tiene 134 locomotoras propias y 470 arrendadas, y 16,664 carros y vagones. En 2015, de acuerdo con la Bolsa Mexicana de Valores, invirtió 4,578 millones de pesos (mdp) para adquirir equipo y dar mantenimiento a 226 km de las vías que tiene en concesión.
En los 19 años que lleva la ferroviaria Kansas City Southern en el país ha invertido 3,500 mdd en infraestructura, tecnología y equipo, entre otros.
El desarrollo de las ferroviarias impulsa a sus proveedores; por ejemplo, Bombardier lleva colocados 200 mdd, y el año pasado Altos Hornos de México (AHMSA) anunció un desembolso millonario para surtir aceros especiales a Trinity Rail Car y Gunderson Gimsa, que fabricarán 18,000 carros tolva y tanque en Coahuila.
Una locomotora General Electric de 4400 HP cuesta entre 1.3 y 1.5 mdd, y precios equivalentes tienen las de EMD, subsidiaria de Caterpillar. Bombardier México ya exportó más de 2,000 locomotoras en los 20 años que lleva en operación en el país y ha suministrado cerca de 70% del material rodante en funcionamiento.
Tecnología en movimiento
“La industria ferroviaria tiene un gran potencial, ya que existen
En algunas ciudades, los trenes son la mejor opción para una movilidad sustentable.
ciudades de tamaño medio y grandes metrópolis donde los trenes son la mejor solución de movilidad sustentable para pasajeros”, dice Fernando Espinosa Zamorano, director de Desarrollo de Negocios y Ventas de Bombardier Transportation México, al hablar sobre la importancia de la proveeduría.
Este sector enlaza la industria del acero y metalmecánica, eléctrica y electrónica, plásticos, construcción, tecnología informática y otras. La muestra incluye a Bombardier, CAF, Siemens, Trinity y Progress, así como a Alstom, GATX, Pacer, Gunderson Gimsa, ICA Pret, Itisa y otros.
Un estudio de la consultora Frost & Sullivan estima que el mercado global de los ferrocarriles vale 140,000 mdd anuales, y que América del Norte requiere inversiones anuales de 9,400 mdd de aquí a 2022, sobre todo en señalización, carros y locomotoras. La consultora cree que las inversiones en América Latina se duplicarán en esta década.
Según Brian Edwards, vicepresidente de la división Locomotive & Railcar Sales de Progress Rail, una firma que provee locomotoras, motores, vagones de carga y refacciones, así como tecnologías y servicios de inspección y mantenimiento, como infraestructura física, cambios de vías, señalización y soldadura: “Trabajamos para mantener la movilidad de los equipos de nuestros clientes y asegurar las cargas que transportan”.
Aunque es un aspecto poco conocido, los ferrocarriles viajan cargados de alta tecnología, lo que aumenta su eficiencia energética y de seguridad. Bombardier utiliza el sistema ECO4 con 15 soluciones de ahorro de energía. “Estas tecnologías conservan la energía, protegen el medio ambiente y ayudan a mejorar el rendimiento total del tren para los operadores y pasajeros”, apunta Espinosa Zamorano.
Edwards, de Progress, agrega que “la tecnología nunca ha estado más presente en nuestra industria”, y destaca sistemas como el que monitorea la fatiga de los conductores, y el dispositivo de final del tren (EOT o End of Train), que suministra información en tiempo real a la locomotora e incluso a los controladores remotos. No hay que olvidar que un tren de carga puede medir más de dos kilómetros y arrastrar un centenar de vagones. La compañía ha estado innovando con sistemas aéreos no tripulados (drones), que monitorean la infraestructura delante del convoy.
“Al realizar mantenimiento de rutina y hacer las reparaciones necesarias —señala Edwards—, ayudamos a las flotas a funcionar de manera más eficiente, aumentando a su vez la fiabilidad y la disponibilidad”.
¿Será afectada esta industria por los cambios en el Tratado de Libre Comercio? Espinosa Zamorano es optimista: “Sabemos que los gobiernos de los tres países están por comenzar negociaciones, y confiamos en que las autoridades buscarán el mejor resultado para todos”.
7,500 millones de dólares han invertido las empresas ferroviarias en México desde 1997.