Y... ¿DÓNDE ESTÁ EL CADÁVER?
Los ciclos de vida útil de los productos son cada vez más cortos y, para las manufactureras, el nombre del juego es innovación y productividad.
La transformación del trabajo.
Esas palabras resumen las preocupaciones de nueve de los líderes de las 100 Manufactureras más grandes de México, cuyo listado publicamos en esta edición.
El común denominador para los estrategas de empresas como Boeing, GM, Siemens PLM, Mercedes Benz Autobuses, GE, Jabil, Nissan, Schneider Electric o CM Heineken, se centra en cómo hacer más eficientes, flexibles e innovadores sus sistemas de producción. Los caminos van desde la formación de capital humano, la apuesta por el software, la impresión 3D, la automatización, la
comunicación de datos (IoT) o la investigación y desarrollo como directriz de sus negocios.
Manufactura realizó en León, Guanajuato, el Seminario de Innovación en la cadena de proveeduría automotriz, cuya idea central fue que las empresas de proveeduría que no se suban de manera proactiva a crear soluciones innovadoras, simplemente quedarán fuera del mercado. Es momento de que los proveedores se apropien del diseño.
Cada día que pasa, las decisiones de negocio, de consumo y hasta de vida se tomarán a través de información de datos que se procesarán a través de robots con capacidad de hacer análisis cognitivos, que aprenderán procesos, comportamientos de demanda y consumo, y tomarán sus propias acciones basadas en sus sistemas analíticos y predictivos.
Con este nivel de información, por ejemplo, los niños que hoy tienen menos de cuatro años es probable que nunca aprendan a manejar un auto. No tendrán esa necesidad. La responsabilidad legal de la movilidad será de las armadoras o de los fabricantes de sus componentes, incluso de quienes programen los sistemas de información para el tránsito. De ese tamaño serán las transformaciones que veremos en los próximos años derivados de los cambios que están ocurriendo hoy en los sistemas de producción manufacturera.
La industria y la cultura de consumo está cambiando en estos años, quizá como no lo ha hecho en un siglo o más. Eso supone una oportunidad histórica e invaluable para las empresas.
En esta era de la economía de la disrupción, los descubrimientos pueden estar hoy en la mente de cualquier persona; por tanto, el campo es igual para todos, lo único que se requiere son ideas que consigan eficiencias en costos, procesos, en materiales, en inteligencia de datos y en modelos de negocios. ¿Su empresa está lista?