UNA MINA INTELIGENTE
Tal como sucedió con el sector automotriz, ahora esta industria sufre el asedio del presidente de Estados Unidos.
La automatización de Velardeña.
El discurso nacionalista de Donald Trump y su plan para reactivar la economía manufacturera de Estados Unidos pone a temblar a la industria de electrodomésticos de México.
Las alertas por un éxodo de empresas al vecino país empezaron con el sector automotriz, cuando en enero Ford canceló la inversión de 1,600 millones de dólares (mdd) para una planta en San Luis Potosí debido a presiones del mandatario estadounidense. Semanas después, las empresas surcoreanas Samsung y LG, ambas con operaciones en México, anunciaron su interés de construir una planta de electrodomésticos en Estados Unidos, trasladando esta incertidumbre a un sector que, en 17 años, atrajo a México 3,300 mdd en inversión extranjera directa, de acuerdo con Armando Cortés, director ejecutivo para la Industria Eléctrica-Electrónica de ProMéxico.
El relevo en la Casa Blanca afecta en mayor medida a México por la alta interdependencia que tiene con la economía estadounidense, reconoce Eduardo Elizondo, presidente del Clúster de Electrodomésticos de Nuevo León (Clelac).
En conjunto, la industria de electrodomésticos en México generó 138,491 empleos el año pasado, mismos que ayudaron a colocar al país en el primer lugar como exportador de refrigeradores con congelador con puertas exteriores separadas, y en la quinta posición como exportador global de electrodomésticos, tan solo detrás de China, Alemania, Tailandia e Italia, indica ProMéxico.
Parte del capital foráneo que ha llegado al país viene de empresas como Whirlpool, que en 2016 invirtió 64 mdd en la instalación de una segunda línea de producción de lavadoras automáticas de carga. La firma estadounidense emplea a 10,500 personas en sus tres plantas establecidas en el país y cuenta con una producción anual que va de 4.5 a 5 millones de unidades.
EL PESO DE LA ALERTA
La importancia de Samsung y LG en el país no es menor. La primera emplea a alrededor de 5,000 personas en Querétaro y cuenta con una producción promedio de 6,000 refrigeradores y 6,000 lavadoras al día. Tiene una vocación netamente exportadora, pues más de 90% de su produción va al mercado
En 2020, México será el séptimo país más atractivo para la manufactura.
exterior. “Es la primera empresa que genera 5,000 empleos […] y para la entidad es un socio importante para el desarrollo económico”, asegura Marco del Prete, secretario de Desarrollo Sustentable de Querétaro.
El año pasado, junto con Samsung, la entidad alcanzó un valor de producción de electrodomésticos de 1,700 mdd, el equivalente a 20% de la producción nacional, según datos de ProMéxico. Además, marcó un récord de producción de 18 millones de Smart TV y pantallas LCD en su planta de televisores de Tijuana, Baja California. En tanto, las plantas de LG en Nuevo León, Estado de México, Baja California y Tamaulipas fabrican artículos como televisores y refrigeradores, y genera 4,000 empleos. PLUSVALÍA MEXICANA En 2016 la producción de electrodomésticos en México alcanzó un valor de 8,500 mdd, un crecimiento de 21% respecto a 2015.
Para 2020, se espera que el consumo mundial de electrodomésticos supere 500,000 mdd, de acuerdo con la consultoría global IHS Markit. Augura que en ese año la producción mexicana supere 9,300 mdd y dos años después llegue a 10,000 millones.
En la expectativa juegan al menos dos factores: la tendencia global de consumo y la competitividad manufacturera del país, explicó Cortés, de ProMéxico.
“México ofrece los costos de mano de obra más bajos en la región de América del Norte, aproximadamente seis veces más bajos que Estados Unidos y Canadá“, señala el Índice de Competitividad Manufacturera 2016 de Deloitte. Agrega que el promedio de los precios industriales de gas en la región son 63% más bajos, mientras que los costos de electricidad son casi 5% inferiores, en comparación con los de China.
Cierto es que hay incertidumbre en el sector, pero mantener las operaciones de ensamble a uno de los mejores costos competitivos en el mundo hacen que cualquier coyuntura sea irrelevante, concluye Armando Cortés.