Emergencia alimentaria
La salida de Estados Unidos del Acuerdo de París representa un riesgo para la producción de alimentos y para las economías en desarrollo.
La producción de maíz en la región veracruzana de los Tuxtlas ya no es la misma. Desde hace unos años evidencia estragos por el calentamiento global, un fenómeno que amenaza con reducir más de 20% la producción de alimentos en las siguientes décadas.
“Hemos tenido pérdidas [en la siembra de maíz blanco]... una hectárea producía seis toneladas y ahora produce entre 4,700 y 5,000 kilos”, menciona Rolando Pérez, líder ejidal de Comoapan, localidad del municipio de San Andrés Tuxtla.
La expectativa no es positiva. Una investigación de la Universidad de Bonn, Alemania, prevé que el cambio climático provocará una disminución de 23% en la producción mundial de los principales cultivos como maíz, trigo, arroz y soya, en 2050.
En su Programa Especial de Cambio Climático 2014-2018, la Secretaría de Agricultura plantea que un aumento en la temperatura terrestre entre 2.5 y 4.5 grados Celsius y una disminución en la precipitación de 5 a 10%, resultaría en cultivos menos adecuados para la producción en México hacia 2030, empeorando esta situación a finales del presente siglo.
El impacto negativo del cambio climático será más pronunciados en todo el mundo en 2050, según Mekbib Haile, investigador de la Universidad de Bonn. “La temperatura, las condiciones climáticas extremas, como la sequía, y demasiadas precipitaciones disminuirían la producción de cultivos”, señala.
Georgina Almaraz, analista de Commodities Agrícolas de Agri Tendencias y Servicios, coincide en que la presión sobre los cultivos afectará más “las economías en vías de desarrollo, en especial las que gran parte de sus ingresos dependen de la agricultura”.
Pero la perspectiva no contaba con un ingrediente adicional: la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París.
El pacto “ratificaba la cooperación mundial para enfrentar el cambio climático. Una de las consecuencias de que se acelere será la escasez de alimentos”, reconoce Jesús Alarcón, investigador del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
El impacto se verá desde 2017, pues Estados Unidos contribuirá a aumentar 0.3 grados Celsius la temperatura del planeta, advirtió Gloria Soto Montes de Oca, académica e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en julio en la conferencia “La salida de Trump del Acuerdo de París: implicaciones para México y el mundo”.
En 2015 —segundo año más caluroso en la historia declarado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM)— Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Yucatán fueron los estados con mayor grado de sequía, según registros de Conagua. Esto provocó graves daños a los cultivos como los de Rolando. La sequía en Veracruz afectó 29,950 hectáreas de cultivos. “Antes la siembra comenzaba en los primeros días de julio —al inicio de las lluvias—; sin embargo, hoy no es posible porque la sequía se prolonga”, comenta el ejidatario.
“Es absurdo creer que no existe el cambio climático y que el tema sea económico para no respetar el Acuerdo de París, sin percatarse de que se está afectando los mercados de producción”, resalta Rodrigo Domenzain, director general de Amar Hidroponia, cuya producción de chile habanero, basado en esta técnica, migró entre 2015 y 2016 de Guerrero a Quintana Roo, donde el clima es menos extremo.