Más carga para el autotransporte
Normas oficiales buscan exigir nuevos dispositivos de seguridad a los vehículos destinados al transporte de carga.
Ochenta toneladas de grava, 45,000 litros de gas y 40,000 litros de gasolina eran los cargamentos de cada uno de los tráilers de doble remolque que protagonizaron tres de los incidentes de gran alcance en las carreteras del país en los últimos años. El más reciente, en abril de 2017 en la autopista Siglo XXI, entre Michoacán y Guerrero.
Cada incidente revivió un debate relacionado con las medidas de seguridad de estas unidades, conocidas como fulles, y, con frecuencia, las autoridades federales emprenden esfuerzos para regular más su tránsito sobre la red carretera. El último de ellos es el anteproyecto de la NOM012-SCT-2017 que propone cambiar el sistema de transporte de carga en el país, desde su fabricación hasta nuevas normas para los conductores.
La NOM, aún en análisis, busca que los camiones de carga y pasajeros cuenten con sistemas de frenos, motor eléctrico, GPS y espejos auxiliares que les permitan circular con más seguridad. Sin embargo, el artículo quinto transitorio de la NOM hace una excepción con los remolques sencillos, los camiones tipo torton y los rabones. Solo los modelos 2019 y posteriores deben tener las medidas de seguridad; los vehículos de años previos están exentos, algo que frena la modernización del transporte de carga, dice Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
“El objetivo es no mantener a los vehículos viejos, que no cumplen las especificaciones”, menciona Elizalde, quien espera que
aún se hagan modificaciones al mencionado artículo.
De no hacerlo, la NOM contribuirá a que la flota de 443,058 camiones de carga —cuya edad promedio es de 18.6 años— siga envejeciendo.
En cambio, la NOM sí se endureció para los camiones doble remolque o fulles, ya que todos los vehículos de este tipo, sin importar el año de fabricación, deberán tener dichos dispositivos de seguridad.
José Refugio Muñoz, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), explica que esta decisión afectará a los fulles modelo 2008 y anteriores. Los más recientes, dice, ya cuentan con los aditamentos.
Hasta ahora se desconoce cuántos fulles circulan en el país. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la ANPACT estiman que hay 364,000 tractocamiones y 387,000 semirremolques, que se pueden convertir en fulles, pero desconocen de qué modeloa se trata.
Por ello, dice Muñoz, quienes quieran seguir manejando un doble remolque viejo tendrán que invertir hasta dos millones de pesos en un camión nuevo, o bien pasarse a las configuraciones sencillas.
El diputado Jorge López Martín manifestó su inconformidad porque la decisión de que los fulles siguieran circulando quedó en manos del Ejecutivo, quien permitió que transiten con un máximo de 75.5 toneladas, cuando en Estados Unidos y la Unión Europea, el peso máximo es de 67 y 40 toneladas.
No obstante, la NOM advierte que no tiene que ser concordante con las normas internacionales, ya que se basó en las especificaciones de las carreteras y el parque vehicular del país.