Problemas de red en la era de la digitalización
La Red Compartida trompica la marcha de la cuarta revolución industrial.
C onducir frente a la zona de hospitales del centro de la Ciudad de México representa para las unidades del Metrobús una incomunicación de 10 segundos con el Centro Informativo de Transporte Inteligente (CITI), que desarrolló la firma Indra para administrar las operaciones de ese sistema de transporte. “Es una zona saturada de señales”, explica Édgar Tejeda, gerente de Operaciones de Indra México, tras un recorrido al inmueble de la colonia Buenavista a fines de 2016.
Es increíble que todavía existan áreas o lugares donde se corta la señal, agrega por separado Ankur Prakash, vicepresidente de Nuevo Crecimiento y Mercados Emergentes de la consultoría tecnológica Wipro.
En el caso de Indra, el sistema remoto de la unidad de transporte guarda la información y la envía al Centro una vez que el espectro lo permite, pero en otros sectores, como el energético y aeroespacial, unos segundos pueden ser críticos.
La clave para lograr una conexión efectiva entre los objetos a través de internet está en las redes móviles que proveen el servicio sin importar dónde esté el dispositivo. En logística, por ejemplo, el seguimiento a los datos generados por las unidades que integran la flotilla (como uso de combustible, desvío de rutas, aceleración de la unidad, etcétera) no podrían ser analizados a distancia sin una red que provea el servicio sin interrupciones.
Pero esta conectividad “requerirá muchísimo espectro, pero también infraestructura”, reconoce Gabriel Contreras, comisionado presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en su ponencia “Preparándonos para la cuarta revolución industrial”, que dio ante industriales en junio.
Un reporte de Machina Research prevé 18,000 millones de máquinas conectadas (M2M, machine to machine) alrededor del planeta hacia
2022 cuando 10 años antes solo había 3,000. Energía, logística, aeroespacial, salud y seguridad, además de manufactura, son los sectores con mayor potencial para aprovechar la conectividad M2M, según otro informe de McKinsey Global Institute de 2015.
“Las redes existentes no tienen la capacidad instalada para enfrentar la demanda [de internet] que viene. Está creciendo brutalmente la demanda de datos”, dijo Mónica Aspe, antes de dejar la Subsecretaría de Comunicaciones de la SCT, en abril pasado.
Lo que necesitamos, según Ankur, de Wipro, es infraestructura bien diseñada y robusta para que no haya fallos durante la transferencia de datos y al mismo tiempo permita migrar hacia una industria 4.0.
La llave industrial
El despliegue de la Red Compartida Mayorista es una de las apuestas para transitar hacia un modelo de industria y ciudades conectadas. El proyecto, que desarrolla el consorcio Altán Redes, permitirá incrementar la cobertura de internet con tecnología de cuarta generación (4G), que soporta el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). En 2023 deberá cubrir a 92.2% de los habitantes del país.
“En México, las redes de telecomunicaciones se encuentran en un proceso de transformación hacia la tecnología 4G LTE. La migración a esta tecnología es una condición necesaria para el desarrollo del IoT”, comenta Francisco Ibarra, socio de la industria de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones en Deloitte México.
Desde la reforma de telecomunicaciones, en junio de 2013, la cantidad de espectro disponible para redes móviles pasó de 222 a 404 megahertz (MHz), que actualmente operan las empresas de telecomunicaciones y la Red Compartida, según información del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). “Definitivamente, la Red Compartida es uno de los habilitadores clave para incrementar la conectividad necesaria tanto por la industria como por los gobiernos y los individuos”, señala Ibarra.
Esta red se “está preparando para el incremento de conexiones (a internet), para hacer frente no solo a los dispositivos que conocemos hoy en el sentido de teléfonos sino también a las aplicaciones personales e industriales y de servicios públicos”, comentóAspe en su momento.
Paraguas digital
En México existen más de cinco millones de empresas, de las cuales 90% corresponde a micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Jorge Bravo, director editorial de Mediatelecom, señala que cualquier industria puede recurrir al IIoT pero el reto es “contar con redes robustas de telecomunicaciones, espectro homologado para IoT y redes seguras para proteger a los equipos y la información de los ciberdelincuentes”.
Pero aunque las condiciones tecnológicas están dadas, “faltan políticas públicas que estimulen la innovación, como un Plan Nacional de Internet de las Cosas”, añade.
“A las empresas les preguntas si tienen estrategia para internet de las cosas y 30% dice que sí, pero una cosa es que en la encuesta digan que sí y otra que realmente lo tengan y estén aprovechando para áreas de productividad”, considera Efrén Páez, analista económico de Mediatelecom.
La conexión entre máquinas requerirá espectro, pero también infraestructura.