El club de los privilegiados
Tras 10 años de ‘experimentar’ un programa piloto para importar componentes, apenas una decena de empresas goza de sus beneficios.
Un avión de carga aterriza en el aeropuerto de Guadalajara. En su panza guarda cientos de componentes electrónicos. La mayoría irá al recinto fiscalizado, donde tendrán que aguardar horas antes de continuar su camino hacia la planta manufacturera; otros, una especie de elegidos, estarán en fábrica en solo tres horas.
El beneficio es parte del Sistema Electrónico para el Control de Inventarios de Importaciones Temporales (SECIIT), que opera desde 2008, con la certificación de Jabil Circuit de México, ubicada en Guadalajara. “Es un sistema que creamos para simplificar las operaciones y darles transparencia”, explica el director de Logística y Relaciones con Gobierno de la empresa, César Castro, su principal impulsor.
La idea se empezó a incubar en 2004 para mejorar los tiempos de despacho aduanal de las empresas del Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX). Finalmente, el 28 de junio de 2008, tras muchas reuniones con las autoridades aduaneras, llegaron las primeras certificaciones a Jabil Circuit y a Flextronics Technologies México.
A Jabil, el sistema le genera ahorros de casi dos millones de dólares al año. “Antes el despacho aéreo tardaba seis horas y costaba 50 dólares por guía, porque tenía que atravesar el recinto fiscalizado. Ahora, la mercancía llega a un área que nos proporcionó la Aduana, donde hacemos las operaciones en un máximo de tres horas. Y nos cuesta 60% menos”, señala el también expresidente de la Canieti de Occidente.
Luis Aguirre, vicepresidente de Logística y Relaciones Gubernamentales de la compañía electrónica Sanmina-SCI, apunta que
la mercancía está despachada en menos de tres horas desde que aterriza el avión. “Eso, cuando tienes una amenaza de paro de producción o con clientes del sector médico o automotriz, donde una entrega fuera de tiempo tiene penalizaciones, es importante”, sostiene. En 2011, antes de entrar al sistema, la operación les tomaba entre 8 y 12 horas, afirma Aguirre, antes de mencionar el apoyo que ha supuesto en los proyectos de atracción de inversión. El ahorro en costos logísticos para Sanmina-SCI llega a 70%. “Como todo está automatizado, hay mucha información que se va avanzando de forma previa al arribo de la carga”, señala.
Además, la simplificación de las operaciones provoca que no haga falta agente aduanal. Jabil Circuit tiene apoderado y la mercancía entra con aviso electrónico. Esto les ahorra casi un millón de dólares al año. Y al no tener que pasar la mercancía de importación por el recinto fiscalizado, dejan de gastar otros 750,000 dólares.
El directivo también desglosa la ventaja en tiempos: mientras en el puerto de Manzanillo el despacho tardaba entre cinco y seis días, el Sistema les permite hacerlo en un máximo de 48 horas. Los costos han bajado de 200 a entre 30 y 40 dólares. Aunque no todas prescinden del agente aduanal. Sanmina lo mantiene y también habla de ahorros. “Ha habido un antes y un después desde que lo empezamos a aplicar en 2011”, señala Luis Aguirre.
Sin embargo, casi una década después de echar a andar el SECIIT, apenas hay diez empresas certificadas y cinco en proceso. Para Castro, el principal problema es la falta de conocimiento por parte de las empresas, y reconoce que hace falta ‘evangelizar’ a otras compañías para sumarlas a este esquema, ya que según el especialista hay potencial para llegar a entre 200 y 300 manufactureras.
La entrada al club
Formar parte de este programa no es difícil para las empresas IMMEX: es necesario contar con una certificación en materia de IVA e IESP en el rubro AA o AAA, un sistema corporativo ERP (como Oracle o SAP), poseer un sistema de control de inventarios que tenga reportes exclusivos para el SAT y cumplir con al menos uno de los siguientes requisitos: tener 1,000 trabajadores, maquinaria con un valor mínimo de 30 millones de dólares o cotizar en Bolsa.
“El punto es el perfil de este tipo de empresas, que son medianas y grandes, que necesitan realizar importaciones temporales (que no pagan arancel) y que quieren tener un control de sus operaciones de manera muy precisa y evitando la mayor cantidad de errores”, explica José Antonio Ávila, director de Certificaciones y Auditoría de Grupo Bufete Internacional, un despacho de consultoría y abogados.
Una de las claves del ahorro es que se elimina la necesidad de realizar el comprobante de valor electrónico (COVE) cuando la mercancía cruza la frontera, o la hoja de cálculo