Los nuevos capitanes
Cinco desafíos para el comercio marítimo con navieros autónomos.
L os habitantes de la isla sueca de Gotland tienen una situación geográficaprivilegiada. En medio del mar Báltico observan el paso de los navieros que vienen y van de Finlandia, Rusia, Polonia o Almenia, algunos de los países colindantes con la isla de apenas 3,000 km2. En tres años, su población verá el paso de buques, pero estos no llevarán tripulación.
Desarrollar grandes barcos controlados a distancia y tenerlos surcando los 433,000 kilómetros del mar es uno de los objetivos a corto plazo del proyecto One Sea, desarrollado por empresas tecnológicas y de transporte marítimo como ABB, Ericsson, Rolls-Royce y Wärstilä, entre otros, en coordinación con DIMECC, una plataforma finlandesa de innovación colaborativa.
En esta peculiar carrera náutica también está el fabricante de fertilizantes noruego Yara. Junto con la naviera de tecnología marítima Kongsberg, trabajan en el primer buque autónomo y cero emisiones. En 2018 zarpará con tripulación, y dos años más tarde realizará su primer viaje no tripulado. Japón no se queda atrás.
Un conglomerado de fabricantes nipones, entre ellos Nippon Yusen y Mitsubishi Heavy Industries, quiere tener lista una flota de 250 autónomas hacia 2025.
Los cargueros sin tripulación tienen complejos grupos de sensores que incluyen cámaras de video, sistemas de infrarrojos, radares, micrófonos, sonares, sistemas de geolocalización y también el sistema LIDAR, que permite determinar la distancia de un objeto o superficie mediante un rayo láser. Por ello, la tecnología no será problema, según Matthias Hormutt, director de Soluciones Logísticas de PTV Group. “Hoy los barcos son monitoreados en tiempo real, por lo
que no existen impedimentos técnicos para desarrollar este tipo de embarcaciones, especialmente por el gran espacio que tienen en el mar”, señala.
Países en desarrollo como México deben trabajar para que su comercio marítimo no sufra las consecuencias una vez que esto se vuelva una realidad en naciones avanzadas.
Miguel Casanueva, director general de la Asociación Mexicana de Infraestructura Portuaria, Marítima y Costera (AMIP), plantea que el país tiene que acelerar sus procesos logísticos internos e invertir tanto en capacitación de personal como en la tecnología de sus terminales portuarias. Pero esto apenas es el principio de varios retos que enfrentará el desarrollo de navieros autónomos.