Metco endulza su cadena de valor
La empresa apuesta por la ingeniería mexicana para el desarrollo de sus proyectos.
En la planta de edulcorantes de Metco, en Toluca, cada minuto desfilan miles de sobres de su producto estrella, Svetia, con el que la empresa ha ganado 57% del segmento conocido como esteviósidos, que son todos aquellos azúcares obtenidos a partir de la estevia.
En temporada baja, tan solo esta línea de producción fabrica 60 millones de sobres cada mes, una cantidad que llega a 90 millones a fin de año. Y lo hace básicamente con tecnología propia, asegura Héctor Álvarez, director Comercial de la empresa, e hijo del fundador de Metco, del mismo nombre.
José Manuel Hernández, director de Manufactura de la compañía mexicana, dice que desde hace seis años el equipo de ingeniería de la empresa empezó a desarrollar sus propias máquinas —mezcladoras, llenadoras y selladoras, entre otras— ante los problemas que enfrentaba con sus proveedores europeos: tiempos de entrega que iban de 8 a 12 meses, además de demoras en los servicios de mantenimiento.
“Mientras la demanda seguía creciendo; teníamos que encontrar una solución”, agrega.
El equipo desarrolló su maquinaria en una tercera parte del tiempo que le llevaba a sus proveedores extranjeros —puesto que no hay inventarios, y las arman bajo pedido—. Hoy, 75% de sus máquinas son propias.
El caso de Metco —que, además de Svetia, produce otros edulcorantes bajos en calorías, como AzúcarBC, Mascabado genuino y DB Sugar, entre otros—no es habitual en la industria manufacturera mexicana, que se ha distinguido más por comprar maquinaria herramienta que por producirla. Según Gardner, desde 2011 el país saltó del lugar 12 al 7 entre los principales consumidores de maquinaria, con un mercado valuado en casi 2,500 millones de dólares. Sin embargo, mientras que es el cuarto importador global, con 2,187 mdd, su producción se ubica en el lugar 29, con 121 millones de dólares.
Metco ha invertido 30 millones de pesos en el diseño de tecnología, no solo de sus máquinas, sino en proyectos de investigación que ha desarrollado en conjunto con el Instituto Politécnico Nacional y el Conacyt —Héctor Álvarez asegura que la empresa invierte 8% de sus ingresos en I+D—, gracias a lo cual
75% de su maquinaria fue desarrollada por la empresa y son 40% más productivas que las extranjeras.
ha registrado nueve patentes en desarrollo de productos y procesos de empaque, como la de sacocristalización, una técnica para mezclar el azúcar en los sacos de tal modo que cada grano debe tener el mismo sabor.
La empresa es un tanto autodidacta si descubre que gracias a ello puede reducir costos y encontrar eficiencias. Por ejemplo, Hernández asegura que las máquinas que ha diseñado su departamento de ingeniería son 40% más productivas que las extranjeras, pues han adaptado la tecnología a las necesidades de su línea de producción. La empresa ha hecho alianzas con proveedores mexicanos para el ensamble y la fabricacion de la maquinaria, “pero la ingeniería es nuestra”, agrega.
Héctor Álvarez asegura que la empresa quiere desarrollar una cadena de valor de proveedores mexicanos, no solo para abastecer los equipos de planta, sino también los insumos.
Por ejemplo, uno de sus proyectos más emprendedores en el mediano plazo es apoyar con asesoría de negocios y financiamiento a agricultores mexicanos para que siembren la planta estevia en México.
El directivo asegura que están en fase de pruebas para medir el desempeño de la planta bajo las condiciones climatológicas de Michoacán y Chiapas, y saber si hay alguna alteración en el sabor o las propiedades. El proyecto puede concretarse en 2 o 3 años.
Históricamente, Metco ha importado este insumo de Brasil, a través de su proveedor, PureCircle, que ofrece una pureza de 98%; y el objetivo es alcanzar ese mismo grado cuando lo siembren en México, agrega José Manuel Hernández.
“Nuestra idea es que suceda”, concluye Héctor Álvarez.