LOS OJOS DEL ‘AUTO PILOT’
Retos a vencer de la tecnología lídar.
Visto de cerca parece una lata rotatoria sobre el techo de los vehículos autónomos que desarrollan compañías como Waymo, Toyota o Mercedes-Benz. Es el sensor lídar (siglónimo para light
detection and ranging), el sistema de visión que le permite a estos autos detectar obstáculos.
La tecnología fue desarrollada en la década de 1960 por científicos que buscaban mejorar la detección de partículas en la atmósfera y más tarde para el análisis remoto de cuerpos celestes como la Luna y Marte. Al igual que el radar y el sonar, el lídar analiza el rebote de pulsos de láser contra objetos sólidos. Tiene varias ventajas sobre otros sistemas de detección, según Melissande Guy, especialista de producto en LeddarTech, empresa canadiense especializada en detectores lídar, en entrevista telefónica.
“Puede generar un mapa de los objetos que rodean al vehículo hasta un centenar de metros en un campo de visión de 360 grados y una precisión de un par
de centímetros, debido a que el sensor gira a velocidades de hasta 20 revoluciones por segundo”.
Esta tecnología se utiliza desde los primeros prototipos según información proporcionada por Velodyne LiDAR, empresa de detectores lídar. Suele usarse junto con otros sistemas complementarios como cámaras de espectro visual y radares, ya que “en los sistemas de conducción no es muy inteligente usar un solo sistema de sensores. Si uno falla, es mejor tener otros funcionando al mismo tiempo”, comenta Melissande Guy.
Retos en la industria
Tiene puntos débiles, como su respuesta frente a superficies de textura irregular como las ramas de un árbol, que ocasionalmente generan lecturas erróneas. No obstante, empresas como GM, Lexus, Google (ahora Waymo), Ford, BMW y VW han incorporado sistemas lídar en sus prototipos, pero aún tienen desafíos. El primero es el peso de 10 kilogramos y sus dimensiones de 20 centímetros por lado, lo cual hace que su costo sea muy alto, de acuerdo con Nicholas Gagnon, especialista en desarrollo de negocio para LeddarTech. “El costo oscila entre 15,000 y 17,000 dólares”.
Además, el sensor debe ubicarse en la parte más alta del vehículo, lo que complica su integración en el diseño aerodinámico, según John Eggert, director comercial para el sector automotriz en Velodyne LiDAR consultado vía mail.
Todavía no existen estándares técnicos para esta tecnología, lo que impide que varias empresas automotrices puedan usar una solución a la vez.
Por ello, su empresa y otras desarrollan sensores más económicos al explorar tecnologías como escáneres de estado sólido que eliminan la necesidad de motores, “reduciendo su peso y sobre todo su precio”, señaló Gagnon.
El costo será menor conforme crezca la producción de vehículos autónomos. “Actualmente, los pedidos de sensores lídar son menores a 10,000 unidades, lo que limita el desarrollo de economías de escala”, señaló Eggert.
“Es posible que en cuatro años lídar evolucione y sea lo suficientemente pequeño para integrarse al diseño del auto y se incorpore a las líneas de producción, añade Gagnon, de LeddarTech.