VISITA A PLANTA
La producción oriental de JHT.
Amedia hora en automóvil de la Torre Shanghái, el segundo rascacielos más alto del mundo (tiene 632 metros), se encuentra una de las plantas de producción de aparatos para gimnasios más grandes del planeta: la fábrica de Johnson Health Tech (JHT).
Es una de las cinco empresas con mayor valor de capitalización, según datos de Bloomberg. La clave de su crecimiento radica en dos estrategias: la primera es la integración vertical.
En esta fábrica se produce más de 90% de los componentes de sus aparatos de cardio (caminadoras y elípticas) y de estaciones de peso libre. Toyota es uno de sus pocos proveedores externos. Suministra la tabla de control para las caminadoras.
Otros insumos que adquiere son cables estadounidenses, la cinta de las caminadoras y en ocasiones una parte de la inyección de plástico.
La planta tiene un área de ingeniería inversa donde JHT “desarma” productos de competidores para analizarlos y mejorar sus propios procesos.
Infraestructura con valor
La fábrica se divide en dos partes: una vieja, que opera desde 2004, y otra más moderna que produce desde junio de 2017.
El complejo se compone de tres edificios donde elaboran alrededor de 600 productos diferentes: desde máquinas de cardio hasta aparatos de fuerza.
En un inmueble hacen los motores, los elementos electrónicos y los de teclado, además de los sillones de masaje, y el ensamble de caminadoras y elípticas. En otro está el servicio de piezas de fábrica, la planta de inyección de plástico y un almacén. El tercer edificio tiene dormitorios para empleados que viven en otras provincias de China o son extranjeros.
La mayoría de la producción está digitalizada, lo que hace más eficiente la transición entre líneas de producción de acuerdo con el aparato que se fabricará. Esto también permitió reducir en seis veces la cantidad de empleados y “la capacidad de producción se
duplicó en 10 años”, según Guillermo Maciel, director general de la firma en México.
Ruta manufacturera
Antes de iniciar cada turno fabrica una pieza que pasa por pruebas rigurosas, y si falla en alguna detienen la producción hasta detectar dónde está el error, agrega Maciel.
Destaca que cada aparato tiene un número para identificar día, hora y lote de donde salió. Incluso, dice, si uno está defectuoso, se regresa todo y se cambia por un lote nuevo.
La primera fase de la producción es el corte del acero para hacer las piezas necesarias. Se emplean máquinas láser de la compañía china Han’s Laser, con lo que se reduce el desperdicio.
Sigue la fase de soldado con un nivel de digitalización de 95%.
Unos rieles colocados en la parte superior de la fábrica transportan las piezas al área de pintado y posteriormente llegan a su ensamble final. Antes de instalar los motores, estos pasan por el área de balanceo dinámico e ingresan al cuarto de silencio para medir la cantidad de ruido que emiten. En el caso de las caminadoras JHT, generan unos 50 decibelios, mientras que la norma internacional establece que estos productos estén igual o por debajo de 65 decibelios.
Las estaciones de ensamble tienen un diseño en forma de U: el proceso comienza del lado izquierdo y se va recorriendo hasta el final de la línea. Este layout permite a cada trabajador del área, estar cerca y poder pasar el producto entre estaciones, lo que disminuye el tiempo de traslado. En cada taller de ensamble hay entre 3 y 5 estaciones con entre 6 y 10 trabajadores cada una.
El único producto que no se ensambla en grupo es el sillón de masaje. Lo hace una persona.
En otra área se arman los tableros electrónicos. Es un área conocida como el cuarto limpio, donde toda persona que desee ingresar debe usar cofia, protectores cubrecalzado y pasar por un cuarto que lanza aire para despojar de los polvos al individuo que ingresa.
Para incentivar a su personal, la empresa establece objetivos, que se revisan cada tres meses, y ofrece compensaciones a los equipos que cumplen las metas.
El director general de JHT, Jason Lo, sostiene que gracias a esta filosofía la empresa ha ganado su lugar entre los mejores fabricantes del sector fitness.
De esta fábrica salen contenedores para la distribución de productos hacia alguno de los 60 mercados en los que la compañía tiene presencia. En temporada baja despacha hasta 400 contenedores al mes, la mitad respecto a la temporada alta que va de octubre a diciembre
JHT planea abrir una planta de su marca Matrix en México, lo que abarataría gastos en logística, que representa 12% de los costos, según Jason Lo. La ubicación y fecha de inicio de construcción aún no están definidas, pero se prevé que suministre a Estados Unidos y Sudamérica.