ELECCIONES 2018
¿Qué quiere la industria?
Este año será especial para la economía y la manufactura de México. No solo se está negociando la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sino que deberán enfrentar el aumento en la inflación y las tasas de interés, así como la reforma fiscal aprobada en Estados Unidos. En medio de ello, México vivirá la campaña electoral más grande del sexenio, que involucra principalmente la elección de nuevo presidente de la República, entre otros cargos. Manufactura entrevistó a empresas y consultoras sobre los aspectos que deben considerar los equipos de campaña de los principales aspirantes a la presidencia para transformar al sector manufacturero de México como parte de su política industrial. Estas son algunas de sus propuestas:
1 POLÍTICA INDUSTRIAL MÁS ALLÁ DEL TLCAN
Para Juan Valles, socio de la consultora Baker & McKenzie, el nuevo gobierno deberá enfrentar retos internos y externos, incluyendo la existencia de dos modelos industriales muy diferentes, el del norte y el del sur. “El país deberá integrarse a esa nueva manufactura que viene en camino. La automatización no es una novedad, pero ahora estamos asistiendo a una renovación de grandes proporciones que representa un desafío para el empleo. En el futuro, la competitividad de una región ya no será medida por su fuerza laboral sino por otros factores, y esto podría producir cambios en la distribución de los agentes productivos”.
Felipe Rivera, vicepresidente de Automatización de Procesos de Schneider Electric México y Centroamérica, opina que la innovación y nuevos planes de aplicación de tecnología beneficiarían a las cadenas productivas y ayudarían a la competitividad, independientemente de si se fabrica para la exportación o el mercado local. “La industria necesita ser más eficiente y hay tecnología disponible para ello, por lo que sería interesante enfocar la política industrial en innovación y competitividad, dentro de las cadenas productivas industriales y/o mercados verticales”.
A su vez, Cleantho Leite, director de Relaciones Institucionales de Braskem Idesa en México, apunta a la reforma energética, que considera la más importante de las 11 implementadas. Además, señala la Declaratoria de Zonas Económicas Especiales (ZEE), publicada en 2016 y que deberá desarrollar un entorno de negocios en los estados con más rezago: incluye Puerto Chiapas, Chiapas, Coatzacoalcos, Veracruz, y Lázaro Cárdenas-La Unión, en los estados de Michoacán y Guerrero, e incorpora incentivos federales con estímulos fiscales y no fiscales. “Desde nuestro punto de vista estas políticas deben trascender y tener continuidad en el siguiente gobierno”.
Para Jorge Vallejo, director de Exportaciones, Relaciones Institucionales y Asuntos Exteriores de Nissan Mexicana, en la próxima administración será importante reforzar una política de atracción y desarrollo de proveedores. “Contar con proveeduría local de materias primas —Tier N (plásticos, aleaciones de aluminio, resinas, goma y acero especializado) y Tier 2 (electrónicos, forjado, maquinado y fundición)— facilita el servicio de distribución de una manera más eficiente”.
Es un punto clave para que la industria automotriz siga siendo competitiva en el plano internacional. Vallejo añade que se deberá impulsar, en conjunto con las entidades privadas, una estrategia efectiva de desarrollo logístico e infraestructura portuaria para fortalecer la competitividad en los tiempos de entrega de vehículos.
Ana Riquelme, directora ejecutiva de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID), espera que este sector, hasta ahora considerado emergente en el Plan Nacional de Desarrollo, pueda considerarse como una industria dinámica en los diagnósticos sectoriales de la Secretaría de Economía. “Este sector asume su corresponsabilidad con las autoridades económicas y sanitarias para perfeccionar el acceso de los equipos de innovación, y que de esta manera las empresas productoras e importadoras tengan mejores oportunidades para seguir invirtiendo”.
2 INCENTIVOS A LA MANUFACTURA
Rivera, de Schneider Electric, es partidario de “Incentivos fiscales o reformas legales que integren a los diversos actores de la industria, y que promuevan el desarrollo tecnológico y la implementación de tecnologías en las cadenas de suministro”.
En términos de inversión, Vallejo, de Nissan Mexicana, afirma que para el nuevo gobierno será importante cumplir con los incentivos autorizados para proyectos estratégicos diseñados para atraer inversión extranjera, así como el mantenimiento y la adaptación de incentivos fiscales para nuevos modelos de negocio como joint ventures, esquemas de producción conjunta y alianzas automotrices.
Alejandro Escobar Unda y Horacio Leal Straffon, de la consultora AT Kearney, aseguran que el tema de los incentivos es uno de los más importantes porque la nueva revolución industrial involucra un cambio en los modelos productivos. A este respecto, desde 2016 la Secretaría de Economía lanzó un mapa de ruta que propone proyectos estratégicos, hitos y un cronograma, pero que ahora debe llevarse al siguiente nivel para incorporar acciones específicas, iniciativas, métricas y metas.
LOS APOYOS AL TALENTO MEXICANO ATAJAN LA FUGA DE CEREBROS Y CAPTAN EL CONOCIMIENTO, ELEVANDO EL NIVEL DE COMPETITIVIDAD EN TODA LA INDUSTRIA NACIONAL.
3 ESTRATEGIAS DE INNOVACIÓN
Para los ejecutivos de AT Kearney, el próximo gobierno debe apoyar al Conacyt, que gestiona instituciones de investigación como el Centro de Tecnología Avanzada (Ciateq) y el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi), aun cuando sus presupuestos y alcances todavía son limitados. “Están dedicados a la investigación y al desarrollo de soluciones técnicas para el sector manufacturero, pero en ocasiones suelen enfrentarse a retos financieros y de organización, originados por su vocación mayormente teórico-práctica. Es deseable dotar a estas instituciones con las habilidades de consultoría y de gestión de proyectos críticas para incrementar la eficiencia en la obtención y ejecución de sus proyectos”.
Para Rivera, de Schneider Electric, los incentivos son necesarios. “Es importante mantener y mejorar los incentivos en innovación y desarrollo tecnológico, así como medir su implementación en la industria”.
Cleantho Leite, de Braskem Idesa, coincide en el tema de la innovación: “Cada vez más el sector empresarial apuesta por
la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I) como parte de la sostenibilidad de nuestro negocio. Por ello es importante destinar más recursos para incrementar la competitividad. Los apoyos al talento mexicano atajan la fuga de cerebros y captan el conocimiento, elevando el nivel de competitividad“.
Parte de los incentivos deben tomar la forma de financiamiento, que, según los analistas de AT Kearney, representa un cuello de botella para el avance de las mipymes, y un obstáculo para el emprendedurismo.
Esto les impide crecer, actualizar sus procesos y retener el talento que pudieran adquirir y capacitar, ya que no pueden pagar los salarios ni ofrecer condiciones como las empresas grandes. Incluso les cierra el camino para agregar valor y servir a sus mercados locales.
4 NUEVOS MERCADOS
Ana Riquelme, de AMID, señala que el gobierno puede apoyar la incursión de empresas en el extranjero e, incluso, permitirles participar en las negociaciones cuando se refieren a las reglas de origen y otros temas técnicos, como ocurre respecto del TLCAN y el Acuerdo Transpacífico.
Felipe Rivera, vicepresidente de Schneider Electric, apoya esta visión: “Siempre el liderazgo del gobierno será muy importante para la industria y para cualquier sector de la sociedad. Es necesario que el gobierno apoye y promueva la apertura de nuevos mercados, aunque lo que más favorece la inversión industrial es la claridad de las reglas y la implementación de estrategias de largo plazo”.
Tampoco es mala idea el reforzamiento de la marca ‘Hecho en México’, especialmente cuando el país ha hecho importantes avances para atraer inversiones, producir y exportar. Lo que parece faltar es que los productos nacionales se identifiquen con una marca que denote innovación y confianza, como ha hecho Corea del Sur.
5 CONSUMO INTERNO
México ha desatendido segmentos del mercado interno, incluyendo el desarrollo de pymes que puedan cubrir necesidades en el ámbito local o regional. “Somos más de 110 millones de potenciales consumidores —dice Rivera, de Schneider Electric—, y este debería ser otro gran objetivo de nuestra sociedad, por supuesto liderado por el Estado, ya que tiene que ver con desarrollo social y económico. En sí mismo el mercado interno puede dar un gran impulso nacional. No es una ecuación simple y hay que mover muchas variables del sector socioeconómico”.
Valles, de Baker & McKenzie, explica que desde la época de la sustitución de importaciones, la industria se volvió netamente exportadora y, en efecto, descuidó el mercado interno. Ahora propone un movimiento de regreso para encontrar un punto intermedio entre el modelo ensamblador y el productor de innovaciones, con más proveeduría nacional y creatividad que genere valor. Advierte que una fórmula exitosa es la de los clústeres, que permite el encadenamiento de pymes para producir soluciones que no podrían construir de manera aislada.
La promoción del mercado interno puede ser una protección contra las políticas proteccionistas de los socios comerciales, y además una forma de sacar la economía de una posible recesión. “Un consumo sin producción no puede ser sostenido por mucho tiempo —dice Leite—, y para ello también se debe invertir en infraestructura, lo que abre un camino a la inversión y permite realmente el desarrollo económico”.
El tema es particularmente llamativo para la industria automotriz, que si bien ha sostenido su producción y exportaciones, no ha conseguido dinamizar el mercado interno. En 2017 las ventas internas cayeron respecto al año anterior.
Vallejo, el vocero de Nissan Mexicana, considera deseable que el gobierno continúe buscando esquemas que permitan crecer el consumo interno y la comercialización de productos hechos en el país, y un ejemplo es el trabajo realizado para bloquear las importaciones ilegales de vehículos usados de Estados Unidos; esta regulación ha propiciado la competitividad y alentado la comercialización de autos nuevos.