Hace tiempo que las siglas de 3M no reflejan las actividades de la empresa.
Minnesota Mining and Manufacturing Company nació en 1902 en la ciudad de Two Harbors, Minnessota, como una pequeña minera que pretendía extraer corindón, un material útil para fabricar papel de lija y ruedas de moler. Sin embargo, los fundadores —Danley Budd, Henry S. Bryan, William A. McGonagle, Jhon Dwan y Hermon W. Cable— pronto descubrieron que no había ese mineral dentro de la mina, así que decidieron cambiar de rubro e incursionaron en la producción de adhesivos y abrasivos.
La innovación es un eje central de esta empresa, que, generalmente, obtiene un tercio de sus ventas —31,657 mdd en 2017— de los productos que ha incorporado al mercado durante los últimos cinco años, según sus propias cifras. La compañía basa su modelo creativo en la colaboración global en sus distintas sedes del mundo. “Se desprende de factores como reunir ideas a partir de estudiar las necesidades de los clientes o a través de nuestros empleados”, explica Anila Prabhu, directora de Investigación y Desarrollo de 3M México.
Algunos de los productos más exitosos de 3M surgieron de las necesidades de los propios empleados, como las notas adheribles. Otros buscan ser la solución para una necesidad concreta en alguna industria.
Parte de la fórmula creativa de 3M ha sido fomentar entre sus empleados una cultura de la ‘inversión del tiempo’ en innovación. POR LILIANA CORONA
La compañía tiene 46 plataformas de tecnología que puede unir de manera colaborativa para desarrollar productos. “Todos estamos involucrados y somos responsables de que el modelo funcione. La idea es eliminar todas las barreras para colaborar entre países”, cuenta Anila.
La mayoría de los productos se desarrolló a partir de este proceso. Por ejemplo, uno de sus inventos más populares es la cinta adhesiva protectora. Su creador, Richard Drew, se inspiró en la necesidad de permitir un buen acabado en la pintura de vehículos sin dañar otras partes que ya estaban pintadas. Esa innovación de 1925 abrió las puertas a más productos con adhesivos en una época en que la empresa producía abrasivos. El famoso Post-it, filtros de aire, estetoscopios y cintas adhesivas médicas fueron algunos productos diseñados a partir de esta técnica.
Modelo in house
Anila Prabhu desarrolló su carrera en los laboratorios St. Paul de Minnesota como ingeniera de investigación senior, donde se dedicó al perfeccionamiento y la comercialización de productos a escala global. Tiempo después ocupó la dirección de Investigación y Desarrollo de 3M México. Para mantener el ritmo de innovación, Anila modificó algunos procesos.
“Todos mis días tienen algo nuevo, como conocer clientes, entender sus necesidades y puntos críticos, usar las diferentes tecnologías de 3M y apoyar a equipos a aterrizar y orientar sus esfuerzos... Todos los días aprendo cosas nuevas”, menciona.
La empresa tiene cinco unidades de negocio: industrial, electrónicos y energía, seguridad y gráficos, consumo y cuidado de la salud. El proceso de innovación, dice, es incremental, “nos apoyamos en nuestras plataformas tecnológicas y promovemos la innovación en nuestros empleados”.
Para ello, la empresa incentiva entre los colaboradores la cultura de destinar 15% de su tiempo de trabajo a la búsqueda de innovaciones que los entusiasmen. El proceso creativo tiene tres pasos: los insights (ideas), el desarrollo y su poslanzamiento. El primero implica un proceso de entendimiento, empatía, mapeo de oportunidades y la mejora de una idea. El desarrollo es todo el proceso para materializar esa idea, que se compone del concepto, la factibilidad, el escalamiento y el lanzamiento. Y el poslanzamiento es todo el proceso de mejora del producto. Los productos recorren un largo camino antes de aprobarse para su venta. “Antes de liberarlo, lo probamos por dos años para saber si es necesario modificar algo y volver a iniciar todo el proceso”, explica Anila.
A escala mundial, 3M tiene 113,000 patentes, y en México la cifra es de 380. En algunos sectores, la empresa es un ejemplo a seguir, especialmente en un país como México, que aún tiene muchos pendientes en cuanto a innovación y desarrollo, reconoce Manuel Nieblas, responsable de Manufactura en la consultora Deloitte.
“Muchas empresas no tienen los recursos necesarios y únicamente se enfocan en producir, pero es importante destinar recursos para hacer una investigación de qué es lo que sucederá en el futuro. Realmente es ahí donde está el negocio”, añade Rolando Alamilla, gerente de Investigación de Mercado de The Competitive Intelligence Unit.
Anila afirma que parte del éxito de 3M es la colaboración entre áreas —ventas, ingenieros de diseño, finanzas y las unidades de negocio—. Esto ha permitido crear una cultura interna de la innovación que se complementa con el contacto constante con el cliente. Esta relación es vital “para continuar con el desarrollo de herramientas que mejoren procesos, la atención de pacientes, la eficiencia energética y otros ámbitos”.
Apoyar a equipos a aterrizar y orientar sus esfuerzos, parte del día a día de Anila Prabhu.