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Cinco países asiáticos representan 52% del mercado potencial del CPTPP, pero la estrategia para aprovecharlos debe considerar algo más que el precio.
“En muchos aspectos nuestros precios son competitivos si los comparamos con el mercado interno de Estados Unidos, pero Asia tiene precios sorprendentes”. Zavala, de ANIERM
Añadir miel al aguacate es algo que pocas veces se ve en México, pero en Sudamérica así lo preparan para consumirlo con leche. La diferencia de concebirlo como una fruta o una hortaliza entre ambos destinos ejemplifica la manera como los industriales pueden construir estrategias exitosas para llevar sus productos a nuevos mercados.
“Si va a Japón o Vietnam es irrelevante cómo lo coman los mexicanos”, menciona Luis Enrique Zavala Gallegos, vicepresidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM). “Promoverlo como fruto es una alternativa de consumo que también genera una demanda”, afirma.
Este clase de tips, dice, son tan útiles como conocer el idioma, las costumbres religiosas y la logística que implica llevar los productos, sobre todo si se trata de destinos casi inexplorados como los asiáticos.
En abril, el Senado de la República aprobó la adhesión del país al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP o TPP-11). Datos de ProMéxico indican que el bloque de 11 países dará a México acceso a un mercado de 495 millones de consumidores, 51.6% de los cuales está en los cinco destinos asiáticos: Brunei, Japón, Malasia, Singapur y Vietnam.
Excepto por Japón, los otros cuatro países han sido poco explorados por los industriales mexicanos, según reconoce Juan Carlos Meade, director del Sector Automotriz de ProMéxico. “El destino más complicado para un manufacturero mexicano —dependiendo del producto— sería Malasia y Vietnam porque son países de mucha manufactura”.
Lo más fácil sería exportar productos agropecuarios y otros fabricados en México que sean difíciles de encontrar allá. “Si nos ponemos a querer exportar autopartes tendríamos que hacer un estudio muy exhaustivo para ver qué piezas son las que no están fabricando”, ejemplifica.
Fuera del precio
De los cinco “nuevos” destinos asiáticos Japón es quizá el más accesible. Esto gracias, en parte, a la experiencia consolidada a partir del Acuerdo de Asociación Económica México-Japón (AAEMJ) de 2005, según Meade.
El tratado ha facilitado el intercambio de mercancías a tal grado que actualmente el país del sol naciente es el que tiene la mayor relación comercial de este nuevo grupo de destinos, reconoce Armando Azúa, especialista de la Universidad Iberoamericana. Tan solo en 2017, el intercambio comercial entre ambas naciones fue de 22,241 millones de dólares (mdd). Del total, solo 4,056 millones fueron exportaciones mexicanas.
Con Singapur “hay una buena relación comercial, no al grado de Japón, pero no hemos identificado una característica o complejidad en específico para ir a ese país”, agrega Carlos Meade.