NL 4.0, el futuro digital
Nuevo León tiene un plan para transformar a su industria y sociedad y convertirse en un referente de la Cuarta Revolución Industrial en América para 2025.
EEn la planta de Frisa el calor es sofocante. No son los 35 grados que caen sobre el municipio de García, Nuevo León. En realidad es el ambiente cotidiano, producto de los hornos que funden a 1,200 grados barras de metal de 25 toneladas que luego se transforman en productos para la industria aeroespacial, construcción, minería, maquinaria, petróleo, gas y energía eólica, entre otras. En este lugar, por ejemplo, se fabrican carcasas metálicas con un diámetro de hasta 3.5 metros que luego se instalan en las turbinas aeroespaciales que ensambla Rolls-Royce Plc.
Frisa es parte de la tradición metalúrgica de Nuevo León, pero, a la vez, representa el nuevo horizonte manufacturero: el de la cuarta revolución industrial.
Si la Fundidora —antes Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, que tuvo el primer alto horno en América Latina y llegó a ser el mayor centro productor de metal; ahora es un concurrido parque y museo— representa un santuario que rinde un homenaje al pasado, Frisa tiene un estandarte en el futuro. De nuevos tiempos.
La Fundidora, por ejemplo, simbolizaba la mano de obra intensiva, que trabajaba en condiciones adversas y peligrosas. En la planta de Frisa hay más máquinas que humanos: pesados troqueles que comprimen con una fuerza de 50 toneladas los lingotes de acero al rojo vivo que provienen de un horno automatizado; grúas que transportan a otras planchas los bloques de metal durante todo el proceso. La intervención de los obreros se limita a unos cuantos procesos y, en su lugar, el personal monitorea y captura los datos que genera el proceso productivo, algo que es posible gracias a un sistema digital que conecta máquinas con máquinas.
Tiempos digitales
Apenas en noviembre, durante el World Manufacturing Forum que se llevó a cabo en Monterrey, Frisa abrió las puertas de su planta para mostrar la transformación que ha llevado a cabo: de una empresa industrial, a una compañía industrial-digital. Y no fue la única. Nemak, Kia y una decenas de firmas locales se han sumado a una iniciativa llamada Nuevo León 4.0, que busca transformar la cadena de valor como parte de la siguiente revolución industrial.
Es una iniciativa que impulsaron el gobierno local, la academia y los empre-
sarios locales en mayo de 2017, a la que luego sumaron a inversionistas y emprendedores. En conjunto buscan entender el impacto de las 12 tecnologías que están transformando la manufactura a escala global: información en la nube, robótica, simulación, materiales avanzados, realidad virtual y aumentada, manufactura aditiva, IoT, big data, seguridad informática, software, inteligencia artificial y blockchain. Esta convergencia de sistemas ciberfísicos representa una oportunidad para Nuevo León de “tener procesos autoajustables, inteligentes, flexibles y eficientes, mediante esa digitalización de los productos,
“Buscamos crear un ecosistema que genere empleos de alto valor”. Eduardo Garza, Frisa
los procesos y los servicios”, dice Abraham Tijerina Priego, coordinador de Estrategia de la Iniciativa Nuevo León 4.0. Es, también, una oportunidad para explorar nuevos nichos de negocio que serán habituales en el futuro, como la analítica, la minería y la monetización de datos, o la gestión de la información y seguridad cibernética.
“Nos vemos en 2025 como un referente de la industria inteligente”, señala Tijerina Priego, quien asegura que, a diferencia de otras iniciativas regionales, en esta participan los 12 clústers estratégicos del estado, entre ellos el aeroclúster, el automotriz, el energético, el biotecnológico, el de vivienda y el agroalimentario, además de las diferentes cámaras empresariales como Caintra o Canieti.
De igual forma, el consejo de Nuevo León 4.0 ya se acercó con la industria del software local, que agrupa a unas 400 empresas, para identificar y potencializar a aquellas que tienen capacidad de desarrollarse en Industria 4.0. Y por lo pronto darán impulso a 50 empresas para satisfacer la demanda de desarrollo de programas tecnológicos. “La pregunta es: ¿me subo a la ola y me posiciono, o me quedo sin hacer nada y veo cómo me va después de que la ola pase encima de mí?”, cuestiona Tijerina.
Dónde empezar
La pasada Hannover Messe (Alemania) tuvo un ingrediente especial: México, el primer país de América Latina que asiste como invitado a la feria industrial más grande del mundo, que reúne a 6,000 expositores, 250,000 visitantes y facilita la realización de más de 5 millones de citas de negocio.
La delegación mexicana estuvo compuesta por 100 empresas, 18 gobiernos estatales y 20 asociaciones público-privadas. En un afán por mostrar el músculo de su iniciativa digital, Nuevo León montó uno de los pabellones más grandes de toda la comitiva nacional: 800 metros cuadrados donde el gobierno, industria y academia mostraron el ecosistema empresarial de la entidad, conformado por empresas, clústers, las cuatro universidades más importantes del Estado y centros de investigación.
“Buscamos mostrar cómo articulamos las cinco hélices: gobierno, academia, empresas, inversionistas y emprendedores”, explica Tijerina, entrevistado en la Hannover Messe.
El especialista reconoce que una de las principales áreas de oportunidad que han detectado para echarlo a andar es la formación de recursos humanos altamente especializados.
Rogelio Garza, rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), refiere que la institución ha adaptado sus planes de estudio para incursionar en disciplinas como mecatrónica, nanotecnología, biotecnología, entre otras.
Uno de los ejes de acción, dice, es que cada universidad encuentre su área de especialidad en la formación de estudiantes, de acuerdo con las necesidades que ya detectó el consejo.
Antonio J. Dieck Assad, rector de la Universidad de Monterrey (UDEM) y miembro del consejo de la iniciativa NL 4.0, asegura que la falta de recursos humanos con los conocimientos necesarios en desarrollo de software de alto nivel y tecnologías de la información, la falta de infraestructura adecuada dentro de las empresas y el alto costo que supone esta revolución son los mayores retos que enfrenta NL en su transformación digital. Por ello, uno de los ejes es la creación del Fondo Mixto Conacyt-Gobierno del Estado de Nuevo León, de 195 mdp, que busca apoyar entre 12 y 14 proyectos científicos, tecnológicos y de innovación empresariales.
El Conacyt lanzó en febrero las primeras convocatorias de proyectos, una de ellas para diseñar, instalar y poner en marcha una línea demostrativa piloto en una empresa agroalimentaria de Nuevo León, a la que se destinarán 10 mdp.
Con apoyo del mismo fondo, las cuatro universidades están construyendo infraestructura. La UANL, por ejemplo, contará con un laboratorio de materiales avanzados, el Tecnológico de Monterrey instalará un laboratorio enfocado en robótica, la U-ERRE ya colocó la primera piedra de su laboratorio de realidad virtual.
La UDEM, a su vez, ya tiene en puerta la creación de un laboratorio de desarrollo de sensores inteligentes conectados a internet utilizando servicios de la nube, un Centro de capacitación para la reconversión de ingenieros, en colaboración con el clúster Csoft y NL 4.0, y un aula 4.0 para educación desde nivel medio superior hasta posgrado, en conjunto con el Instituto de Capacitación y Educación para el Trabajo (ICET).
A la par de la construcción de infraestructura, la idea es adecuar los planes de estudio. De acuerdo con el Foro Económico
Mundial, las habilidades que necesita desarrollar el capital humano global en su formación académica tienen que ver con solución de problemas complejos, pensamiento crítico, creatividad, inteligencia emocional y trabajo colaborativo. “Eso no se enseña en la mayoría de las escuelas en México. Tenemos un modelo educativo que lleva décadas y necesita transformarse”, asegura Lidia Robles, directora del Centro de Vinculación Tecnológica (CVT) de Caintra.
“Aparte de modificar materias, incluir tópicos como ciencia de datos, IA, robótica avanzada, robótica colaborativa, ciberseguridad, manejo de información en la nube o sistemas de impresión en 3D, también están poniendo en marcha programas de educación continua como talleres o diplomados”, dice Abraham Tijerina, y agrega que las primeras generaciones de ingenieros 4.0 tomarán entre tres y cinco años en graduarse.
Festo, la empresa alemana de tecnología para automatización, es una de las que participará activamente en esta transformación estudiantil, para lo cual firmó un convenio de colaboración con el gobierno local mediante el que buscan capacitar, durante los próximos 10 años, a 10,000 alumnos y 1,800 docentes —1,500 de forma virtual y 300 de manera presencial— en la asimilación y entendimiento de las tecnologías digitales, comenta Armando Ramírez, director de Capacitación de la empresa, que también aportará tecnología y equipo para unas 100 escuelas.
A la par de la formación académica, hay una estrategia de vinculación entre universidades y empresas. La UDEM y Metalsa tienen un convenio de colaboración de tres años para desarrollar, entre otros proyectos, un chasis inteligente en el que emplearán diversas herramientas tecnológicas, servicios de la nube, internet de las cosas e inteligencia artificial.
A la par de esto, miembros del consejo de Nuevo León 4.0 viajaron a Alemania para observar cómo se está implementando la Industria 4.0 y replicar algunos modelos. Miguel Tamez, CEO de Consiss, empresa de TI y miembro del consejo de Nuevo León 4.0, cree que puede ser mediante la creación de laboratorios para uso común. “Poner un laboratorio 4.0 con simuladores, impresoras 3D, realidad virtual… y rentarlo por hora, podría ser muy útil porque les sirve tanto a empresas grandes como pequeñas para simular sus procesos”.
Integración de startups y pymes
Otra parte de la iniciativa son los emprendimientos. Tijerina Priego asegura que el consejo está charlando con organismos fondeadores para sumarlos a la iniciativa. Cemex, por medio de su división Ventures, está ofreciendo apoyo.
A su vez, Prysmex es una de las startups que han recibido apoyo por parte de la iniciativa. Esta firma, que ofrece soluciones de seguridad y producción industrial en plantas y minas con el uso de tecnología 3D e internet de las cosas, tardó dos años en desarrollar su tecnología y probarla en firmas como Arca Continental. Hoy, ya cuenta con clientes como Cemex, y está en fase de pruebas con Iberdrola, DeAcero y Ternium.
Susana Ruiz, cofundadora y COO, cuenta que Prysmex tiene una posición en el Consejo del CVT de Caintra, algo que antes era inalcanzable para una startup, además de una segunda ronda de inversión con una empresa de capital y un lugar asegurado en la Hannover Messe 2018.
El camino es largo. El grueso de la industria en NL desconoce las implicaciones de la Industria 4.0. Automatización, mantenimientos predictivos, algoritmos de inteligencia artificial, manufactura aditiva… “ya existen muchos elementos, lo que no ha existido es una evolución completa de este tema… Hay que aprender a reconocer
lo que ya se tiene en cuanto a manufactura digital y acelerarlo”, asegura Eduardo Garza, CEO de Frisa.
Y el rezago es mayor en las pymes, que representan más de 50% del PIB mexicano. “Nuestra economía está apalancada en la participación de las pymes; sin embargo, estas aún desconocen el término, lo ven como algo futurista”, comenta Lidia Robles.
Prysmex es un ejemplo de ello. Susana Ruiz relata que cuando la fundaron, los socios no tenían conocimiento de que su empresa estaría enfocada a la I4.0, “fue pura casualidad”.
La idea es extender esta ola a toda la industria. “Hemos levantado la mano como líderes. Tenemos una convocatoria Conacyt relacionada para lograr resultados. A mediano y largo plazo se esperará generar un círculo virtuoso donde existan sistemas de producción 4.0, donde las empresas incluyan nuevos modelos de negocio digitales y las universidades locales generen tecnología y liderazgo en startups de base tecnológica”, señala Dieck Assad.
Con esta iniciativa se busca volver a posicionar a NL no sólo como una zona de alto valor económico para el país, sino como líder intelectual en AL. “Queremos volver a ser la punta de lanza en empresas de alto valor tecnológico, donde los cambios y las evoluciones de las demandas de los clientes y el mercado sean fácilmente absorbidas y desplegadas de nuevo a productos novedosos”, asegura Tamez.
Armando Ramírez, de Festo, señala que Nuevo León ha sido el pionero en la estrategia de digitalización en México, a la que ya se han sumado Guanajuato y Querétaro, debido al tipo de economía que tiene. “[En NL hay] industrias globales que tienen interacción con todo el mundo, y eso les da un panorama muy interesante para ir con las últimas tendencias de tecnología en el mundo”.
Con todo ello, las cinco hélices del proyecto ven un panorama positivo. “Esperamos que 80% de las empresas en el estado de NL tenga al menos una estrategia de colaboración digital y quizá 50% ya transformadas digitalmente”, concluye Tijerina.
“Esperamos que 80% de las empresas tengan una estrategia digital”. Abraham Tijerina