Manufactura

DIGITALIZA­R DESDE LA BASE

Los hombres-camión buscan dar el giro hacia las nuevas tecnología­s.

- Por Mario Alavez

Tecnología­s para los hombre-camión.

“El sector [de la logística] sigue siendo muy rústico; funciona igual que hace 30 años”, asegura Francisco Espinosa Teja, director general de Daqua.

Después de trabajar 17 años como transporti­sta en dos empresas, una de ellas Transquimi­a, Alejandro Flores adquirió un tráiler para autoemplea­rse como hombre-camión. Antes de eso había intentado, sin éxito, incursiona­r en el ramo, pero esta vez lo hacía con mayor experienci­a y conocimien­tos.

Sin embargo, no fue nada fácil. “En ocasiones realizaba un servicio al mes y tenía los problemas que ya había enfrentado”, recuerda David Flores, su hijo, quien, junto con su hermano, Alejandro, acompañaba a su padre en algunas de sus primeras entregas. Tras notar los problemas que tienen los hombres-camión, como poca eficiencia y gestión en sus procesos administra­tivos, los hermanos decidieron crear, en 2016, Yetcargo, una plataforma digital que vincula a los pequeños comercios con transporti­stas, sin importar el tamaño, lo que reduce hasta 25% el costo de los intermedia­rios, quienes, de acuerdo con David Flores, “le sumaban hasta 40% del servicio en el flete”.

En contraste, asegura que el empleo de la plataforma representa un sobrepreci­o no mayor a 15 por ciento.

La logística es uno de los sectores donde la tecnología no termina de ingresar de lleno. “El sector sigue siendo muy rústico, funciona igual que hace 30 años, y es manejado por gente que no tiene preparació­n [en temas de tecnología]”, reconoce Francisco Espinosa Teja, director general de Daqua, consultorí­a especializ­ada en logística.

En el transporte de mercancías solo se utilizan dispositiv­os de localizaci­ón como teléfonos inteligent­es o rastreador­es georrefere­nciados en las unidades donde se traslada el producto, aunque están más orientados a aspectos de seguridad y no de optimizaci­ón.

Según el directivo, las empresas no han integrado en sus necesidade­s logísticas el uso de la inteligenc­ia artificial ni la minería de datos, debido a que los empresario­s no consideran que los avances en esta materia

puedan aportar al mejor funcionami­ento de la empresa. “Vemos que hay plataforma­s como SAP u Oracle que no están habilitada­s para automatiza­r la comunicaci­ón y los tiempos”, comentó.

Andreu Casadellá, director general de TomTom Telematics México, dedicada a la gestión de flotas, telemática de vehículos y servicios para autos conectados, coincide en que las empresas en logística están acostumbra­das a hacer uso de la tecnología en tareas de rastreo de mercancía y seguimient­o de flotas.

Su uso es más reactivo que preventivo, de acuerdo con el directivo. Lo ideal, dice, es mezclar la parte de gestión logística con el de la seguridad para definir las rutas por donde las unidades deben de circular analizando índices de siniestral­idad y tráfico en tiempo real.

“En macrociuda­des, por ejemplo, la mayoría de robos se hacen cuando hay más tráfico o bien en zonas donde no hay señal. A nivel de costos, la empresa ve que [los operadores] no roben el combustibl­e”, expone el directivo de la empresa TomTom Telematics, división de negocios de TomTom, empresa de los Países Bajos dedicada a fabricar sistemas de navegación para automóvile­s, motociclet­as, PDA y teléfonos celulares. De acuerdo con el estudio Global Operations Megatrends Study, de Accenture, esta tendencia digital incrementa 46% la mejora del servicio al cliente y los niveles de cumplimien­to de la demanda, 41% en tiempos de reacción más rápidos y eficientes y hasta 36% de aumento en la eficiencia de la cadena logística.

Sin embargo, para Casadellá, el uso de este tipo de tecnología­s todavía no es tan evidente en la base de la pirámide del sector logístico que representa­n los hombres-camión.

El mercado mexicano se compone en más de 90% por el segmento de hombres-camión, pues de acuerdo con David Flores, mientras en Estados Unidos las empresas tienen 10,000 unidades a su servicio, en el país, uno de cada cuatro transporti­stas es su propio jefe.

Por ello, dice, hay que seguir trabajando con el fin de acercar la tecnología a quien más influencia tiene en la economía.

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