EL RETO ESTÁ EN EL TALENTO Y LA CULTURA DIGITAL
El ingenio del talento, combinado con las tecnologías, es lo que realmente hace posible crear nuevas competencias digitales para las organizaciones.
LA INDUSTRIA 4.0 HA COMENZADO, finalmente, a adquirir relevancia en México. Esta es impulsada por los sectores de las tecnologías de información y comunicaciones, y de la tecnología de operaciones. Estas industrias gozan de un momento histórico al que le han llamado Cuarta Revolución Industrial, donde confluyen diversas tecnologías relacionadas con la robótica, la automatización, los procesos de manufactura y la digitalización, las cuales han logrado alcanzar un nivel de madurez idóneo para su aplicación y despliegue en la industria, generando así cambios significativos en la manera en que producimos y comercializamos productos y servicios.
En consecuencia, los sectores manufactureros del país, incluidos los servicios de diseño e ingeniería, tienen la gran oportunidad de desarrollar una nueva visión operativa y de negocios basada en las nuevas posibilidades que brindan las denominadas tecnologías 4.0, como la analítica avanzada de datos, la robótica colaborativa, el internet industrial de las cosas, la manufactura aditiva y la realidad aumentada, por mencionar algunas. Dicha oportunidad busca crear novedosos motores de crecimiento basados en nuevas fuentes de ingresos, por ejemplo, la servitización de la manufactura, y niveles de eficiencia productiva que busca cero desperdicios.
Sin embargo, la Industria 4.0 es un impulso tecnológico que viene “sin instructivo” para las organizaciones. Esta situación particular ha dado lugar a la transformación digital como una estrategia especializada para la transformación de los sistemas productivos y modelos de negocio de las organizaciones en las que las tecnologías 4.0 tienen un papel preponderante en la innovación de sus estrategias, estructura, cultura y procesos de negocio, y que conlleva una delicada combinación de la gestión de la estrategia, el riesgo y el cambio.
Es así que la Industria 4.0 —como el impulso tecnológico— y la transformación digital —como la visión y la estrategia— generan grandes retos y oportunidades para las organizaciones. El principal es tener el talento y la cultura digital capaz de identificar los nuevos casos de uso y de negocio de las tecnologías 4.0. Por lo que no son las tecnologías per se, sino su combinación con el ingenio del talento, lo que hace posible crear nuevas competencias digitales para las compañías. Es decir, ventajas competitivas al aplicar las tecnologías 4.0 a sus procesos de negocio de forma innovadora para asegurar calidad, reducir el tiempo al mercado, incrementar la productividad y expandir la flexibilidad del sistema de creación, entrega y captura de valor de la organización en beneficio de sí misma y de sus clientes.
Lo anterior es más fácil decirlo que hacerlo, ya que implica atraer y formar a talento especializado, que hoy es escaso en el mercado laboral, así como crear una cultura que incentiva a trabajar en equipo, sin fronteras departamentales, en la transformación e innovación de los sistemas productivos y el modelo de negocio de la organización, utilizando y alineando las bondades de las tecnologías 4.0 a la estrategia de negocio, siempre con enfoque en el cliente y la creación de valor.
En conclusión, aunque las organizaciones cuenten con los recursos financieros para adquirir las tecnologías 4.0, será su capacidad de transformación digital, impulsada por un talento y cultura digital, la que revolucione a la organización con una nueva visión empresarial digital que aprovecha el impulso tecnológico de la Industria 4.0 de manera transformadora e innovadora.
Por lo anterior, la prioridad de cualquier estrategia de Industria 4.0 y/o de transformación digital debe ser el talento y la cultura digital, ya que como se dice coloquialmente en los negocios: “la cultura se come a la estrategia en el desayuno”.