INDUSTRIA 4.0
El reto de acercar las nuevas tecnologías y capacidades productivas a emprendedores y pequeñas empresas.
EL ARRIBO DE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL ha creado expectativas sobre la transformación de la manufactura. De las tecnologías que integran esta ola de disrupción, el internet de las cosas (IoT), los sistemas ciberfísicos, la impresión 3D y la fabricación digital, son las que mayor atención generan y acerca de las que hay algunos mitos y realidades.
Impresión 3D.
Es quizá una de las promesas tecnológicas más populares, pero también de las mayores decepciones. Un indicador fundamental es el valor de las acciones de las dos empresas más importantes del sector, 3D Systems y Stratasys, que es casi 10 veces menos de lo que lo era hace cinco años. La expectativa de que la impresión 3D impactaría en la fabricación de alto volumen no era realista. Pocos procesos de fabricación pueden competir contra la brutal eficiencia de las prensas, que cortan, deforman o inyectan material en un solo golpe. Dicho esto, la impresión 3D continúa desarrollándose y es una realidad en aplicaciones médicas y de nicho donde la materialización de estructuras interiores de alta complejidad son necesarias o donde los lotes de fabricación son pequeños.
Sistemas ciberfísicos.
La seguridad cibernética será el tema fundamental para transitar hacia una manufactura gestionada por sistemas computacionales inteligentes y autónomos. El virus informático-industrial Stuxnet es el caso más emblemático de esto. Diseñado para destruir equipos de centrifugado de gas de uranio en el complejo nuclear de Natanz, Irán, Stuxnet infectó un sinnúmero de controladores industriales de la línea Simatic de Siemens. Después de contagiar los equipos, Stuxnet buscaba un tipo de regulador de frecuencia variable y procedía a alterar la velocidad de los motores de los centrifugadores para destruirlos y así retrasar y entorpecer el desarrollo de armas nucleares de Irán.
Los riesgos que se generan al conectar los sistemas industriales al internet son enormes. Esto, sin mencionar que Stuxnet podía reproducirse por medio de memorias USB, sin necesidad de utilizar las redes informáticas. Si el mundo de la manufactura se ha dedicado en los últimos 30 años a la mitigación del riesgo, será interesante ver de qué forma se justificará el hecho de arriesgar activos costosos en la búsqueda de una industria más inteligente.
Internet de las cosas (IoT).
Por la cantidad de iniciativas y sistemas cerrados que se proponen en este sector, pareciera que más que el internet de las cosas, las corporaciones buscan implementar el ‘Facebook de las cosas’ y cada una busca tener el mercado en un solo ecosistema cerrado. El IoT deberá ser una plataforma de protocolos abiertos o estará condenado a la fragmentación y a la irrelevancia. Los grandes actores han demostrado que se pueden poner de acuerdo en la generación de protocolos abiertos, tal es el caso del MTConnect que surgió en 2006 para comunicar y monitorear las máquinas conectadas a la red.
Fabricación digital.
Aunque la fabricación digital no es competitiva para lotes masivos, la coyuntura que se presenta con la aparición de software de CAD/CAM más accesible y la disponibilidad de servicios de producción digital, está haciendo posible que emprendedores, pequeños talleres y mipymes eleven su productividad basándose en sistemas flexibles de manufactura bajo demanda. En el caso de México, la brecha digital es un obstáculo que impide la instauración y difusión de las tecnologías de Industria 4.0.
En este sentido, la Secretaría de Economía, a través del Inadem, ha apoyado iniciativas en las que Materiam ha participado para acercar estas tecnologías y capacidades productivas a emprendedores y pequeñas empresas. El futuro de la Industria 4.0 es prometedor, pero los retos son enormes y requerirán soluciones innovadoras. Hay muchas oportunidades adelante.