El costo de la inseguridad
El ferrocarril es ideal para trasladar autopartes y vehículos por grandes distancias, pero el vandalismo le ha restado competitividad a este transporte.
Es común que entre los incentivos que ofrecen los gobiernos estatales a los fabricantes de autos para instalar sus plantas haya, además de exenciones fiscales y terrenos, una espuela de ferrocarril que conecte a alguna de las vías operadas por Ferromex o Kansas City. ¿La razón? Mover vehículos por ferrocarril es hasta 3.5 veces más barato que hacerlo por carretera.
El ferrocarril conviene a medida que aumenta el volumen y la distancia del recorrido. “Es muy competitivo para mover grandes cantidades de autopartes o vehículos, por grandes distancias, de 300 kilómetros en adelante”, dice Rafael López, gerente de logística de Ford de México.
Mientras que una madrina tiene capacidad para mover entre 10 y 12 vehículos por viaje, en los triniveles de los ferrocarriles pueden ir hasta 600 unidades. Sin embargo, este modo de transporte enfrenta un reto de seguridad.
En los últimos meses se ha incrementado el vandalismo en ferrocarriles, sobre todo en los tramos que atraviesan por Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Puebla, Veracruz, Coahuila y Nuevo León. “Hay seis armadoras afectadas y dos de ellas han dicho que los daños a sus autos ya superan los 100 millones de pesos”, cuenta Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
México exporta 80% de los vehículos que produce, y la mayor parte de esto se mueve por ferrocarril hacia los puertos de Veracruz, Lázaro Cárdenas y Altamira, principalmente, desde donde se envía a Europa, Asia, Estados Unidos y el resto de América, según datos de la AMIA. Por el puerto de Veracruz sale la mayor parte (60%) de los vehículos de exportación, y la mayoría de las unidades llegan allí en ferrocarril.
Ford, por ejemplo, contrata a Grupo México Transportes, que opera las líneas Ferromex y Ferrosur, para mover los autos desde su planta de Hermosi- llo, Sonora, hasta el puerto de Veracruz. Lo mismo ocurre con los vehículos que importa de Estados Unidos, que llegan a Veracruz, desde donde los transporta por tren hacia sus centros de distribución.
Pero “los niveles que han alcanzado los autos vandalizados en el tramo que va del centro del país hacia el puerto ya es inaceptable. Se roban baterías, radios, espejos, cables y llantas”, comenta Solís.
También el comercio de autopartes se ha visto afectado. México exporta partes y componentes a Estados Unidos. En 2017, estas exportaciones alcanzaron
un valor por 61,000 millones de dólares, según datos de la Industria Nacional de Autopartes (INA). Entre 70 y 80% de estas autopartes también se mueve por ferrocarril.
¿Plan B?
Algunas marcas ya redujeron el uso de ferrocarril para enviar los vehículos que salen por el puerto de Veracruz. La automotriz surcoreana KIA, por ejemplo, exporta el 73% de sus vehículos a 65 destinos. Lo hace, sobre todo, por los puertos de Altamira y Veracruz. Pero “lo que va a Veracruz lo mandamos por camión [madrina] para evitar cualquier tipo de percance”, dice Alfonso Rubén Mora, gerente de Operaciones y Planificación en Hyundai Glovis México, proveedor logístico de KIA.
Sin emargo, “si las armadoras tienen que enviar los vehículos o las autopartes por carretera para evitar los bloqueos y asaltos a los trenes incrementarán sus costos de operación”, apunta Solís. Además, el autotransporte también enfrenta robos en las carreteras.
“Los asaltos al transporte de carga incrementaron 200% en el último año”, asevera José Ambe, vicepresidente del Comité de Comercio Exterior y Logística de la American Chamber of Commerce of Mexico (AmCham), que agrupa a 1,400 empresas, que representan el 70% de la inversión extranjera directa en el país.
Los productos más robados en carretera son combustible, alimentos y bebidas, productos para la construcción, químicos, electrónicos, alcohol y autopartes, según un reporte elaborado por el centro de inteligencia SensiGuard. La vía más peligrosa para los transportistas es la autopista México-Veracruz, principalmente el tramo que va de San Martín Texmelucan, en Puebla, al Fortín, en Veracruz.
Solís asegura que el sector tarbaja en protocolos de seguridad en cordinación con la Policía Federal. En el corto plazo, el organismo buscará a la nueva administración para dar seguimiento a este tema que ya afecta la operación del sector.