EL SUMINISTRO DEL FUTURO
Audi y su proveeduría en Puebla.
El uso de soluciones robóticas para la exploración de yacimientos marinos de petróleo y gas no es algo nuevo. Desde hace décadas los Vehículos Remotamente Operados (ROV) y Vehículos Submarinos Autónomos (AUV) han acompañado a las empresas petroleras en altamar haciendo más seguras las operaciones de inspección y análisis del lecho marino y de mantenimiento. Pero el ‘boom’ de esta tecnología sí es reciente.
El mercado de ROV y AUV alcanzará un valor de mercado de 9,117 millones de dólares en 2025, según un reporte de Transparency Market Research. En 2016 fue de 2,065 mdd.
El uso de robots, especialmente aquellos diseñados con capacidades de inteligencia artificial, permitirá reducir 20% los costos asociados a la perforación y terminación, señala el informe sobre la transformación digital de la industria del petróleo y el gas del Foro Económico Mundial. El documento añade que las empresas gastan actualmente entre 200 millones y 400 millones de dólares (mdd) para hacer una sola excavación en océano abierto, pero solo entre 20 y 25% de los pozos perforados tiene éxito.
Por ello, empresas del sector de hidrocarburos como Exxon y Equinor (antes Statoil), fabricantes de robótica (Subsea 7, Bluefin Robotics, Fugro, entre otras) y la comunidad científica trabajan para desarrollar equipos más complejos que al mismo tiempo sean más ligeros.
Se trata de toda una nueva rama llena de oportunidades para el sector, ya que este tipo de robots permiten disminuir costos al ser más sencillos y de menor tamaño que otros equipos, comenta David García, director de la carrera de Ingeniería en Mecatrónica del Tecnológico de Monterrey.
Además, sus controles son mucho más amigables e intuitivos para los operadores, por lo que ya no es necesario invertir mucho tiempo y dinero en capacitar al personal en interfaces desconocidas para ellos. A continuación, algunos ejemplos que forman parte de esta tendencia.