LA ESTRATEGIA INTELIGENTE
Entrevista con el director de Ternium.
La industria siderúrgica mexicana tiene ‘nervios de acero’. Los necesita para resistir la acumulación de desafíos que ha sufrido en los últimos años: el exceso de oferta a bajo precio procedente de países asiáticos, los aranceles impuestos por Donald Trump y la renegociación del TLCAN. Por ello, las empresas del sector en México deben cambiar su enfoque, y Ternium, la subsidiaria de Grupo Techint, lleva la delantera en esta carrera. La firma planea crecer con aceros especializados que hoy no se producen en el país. Lograrlo requiere procesos más eficientes que la han llevado a sumergirse en la industria 4.0, cuenta César Jiménez, director general de la compañía en México.
MANUFACTURA. ¿Por qué apuesta por la producción de aceros especializados?
CÉSAR JIMÉNEZ. Todas las inversiones que hemos estado haciendo son para desarrollar productos que antes no se podían fabricar en México y que se tenían que importar. Tener un producto o un servicio diferenciado representa una ventaja competitiva en tanto que te conviertes en un proveedor mucho más sólido. Hace ocho años empezamos este camino en México y desde entonces hemos avanzado en el desarrollo de aceros especiales para sectores como el automotriz.
M. Su otra estrategia es la evolución hacia la industria 4.0. ¿Qué ventajas tiene?
CJ. Lo que estamos buscando es tratar de hacer nuestros procesos más inteligentes, más eficientes y más seguros. Empezamos hace muchos años, integrando y homologando toda la base tecnológica, para hacer un único sistema de información. La segunda etapa fue la ‘empresa extendida’, en la que conectamos nuestros sistemas de información con los de nuestros clientes y nuestros proveedores.
Ahora estamos entrando a una tercera etapa, a la que llamamos SMART Factory. La llamamos
así, no por ‘inteligente’, sino por el acrónimo de Social, Mobile, Analytics, Robots y la T del Internet of Things. Estas tecnologías se incertan en la denominada industria 4.0, que se basa en la digitalización de los procesos industriales, y que nosostros ya estamos aplicando para mejorar procesos en nuestra planta de Pesquería, Nuevo León.
M. Habla de conectar los sistemas de información con clientes y proveedores, ¿cómo se logra esto?
CJ. Lo primero es contar con un proveedor o un cliente con el que tengas una relación de largo plazo y de confianza. Una vez que ya lograste eso, puedes empezar a trabajar con ellos en estos temas. Nosotros trabajamos con nuestros clientes en dos grandes aspectos. Uno es el ‘involucramiento temprano’. Por ejemplo, algunos clientes de electrodomésticos nos dicen cuáles son los modelos futuros que van a desarrollar, y nosotros participamos en ese proceso para ver con qué acero es mejor fabricar ese producto.
Después empezamos a ver cómo hacemos más eficiente la cadena de suministro. Juntamos el área de sistemas del cliente con el de Ternium, y buscamos canales de comunicación para poder hacer los procesos de transmisión de información de una manera automática.
Ahorita, 60% de todos los pedidos que procesa Ternium se alimentan de forma automática desde nuestros clientes, a través de una aplicación o de conexiones directas. Con esto, el ahorro en el ciclo del pedido puede ser de hasta un 30% del tiempo total que tardamos en llevar el producto al cliente.
M. ¿Cuál es el mayor reto de esta evolución en las industrias tradicionales?
CJ. El principal es tener la idea de qué puedes mejorar, porque todo mundo habla de la industria 4.0, pero la realidad es que no hay muchos ejemplos reales de sus aplicaciones en el mundo.
Luego hay que contar con los recursos humanos correctos, tanto en la parte tecnológica como en la del usuario. Nuestra estrategia es empezar a innovar en pequeño, y si nos da resultados, iremos escalando.
9,700 millones de dólares fueron las ventas globales de Ternium en 2017.