LOS SISMOS NO SE PUEDEN PREDECIR
La tarde de ayer —en el aniversario del terremoto del 85—, la Ciudad de México sufrió un sismo de 7.1 grados con epicentro en el estado de Morelos. Varias delegaciones de las zonas centro y sur, principalmente, sufrieron colapsos de edificios, fugas de gas y daños a inmuebles. Como suele suceder, es necesario esperar que se presenten réplicas en distintos puntos y con intensidad variable —a veces imperceptible—, razón por la cual en redes sociales suelen circular mensajes (a veces sin fundamentos) que alertan a la población sobre cuándo van a suceder los siguientes movimientos telúricos. Sin embargo, el resultado de que circule este tipo de información suele ser el pánico, pues los expertos advierten que estas réplicas no se pueden predecir.
Lo que sí es necesario es tomar en cuenta que la ciudad se encuentra en una zona sísmica, lo que aumenta el riesgo de que se presenten estos fenómenos. Es importante tener presente esto antes de hacer circular datos que no imprecisos. Por ello, la recomendación es estar al pendiente de las cuentas oficiales (gobiernos locales, sismológico, etc.), tener a la mano teléfonos de emergencia (Cruz Roja, Locatel, bomberos, entre otros) y seguir las indicaciones de protección civil.
Entre las recomendaciones generales que han emitido las autoridades hasta el momento, se encuentran cerrar todas las llaves de gas, evitar fumar (ya que las fugas de gas pueden llegar a ser inperceptibles al olfato) y alejarse de muros y de construcciones agrietadas. La SEP también anunció que las clases están suspendidas hasta nuevo aviso en todos los niveles. Hay, además, distintos centros de acopio para apoyar a los damnificados, así como diversos hospitales que ofrecen servicios gratuitos.