Milenio - Campus

Los programas empadronad­os

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México, al menos en la escala de tiempo de un sistema de evaluación y acreditaci­ón, el ciclo para diferencia­r programas de estudio ha sido gradual y relativame­nte largo. Sin embargo, es posible que, en breve, con la puesta en marcha del Padrón Nacional de Programas Educativos de Calidad de la Educación Superior ( Pnpec) se cierre un ciclo e ingresemos a una etapa distinta. Una en la que tendrán mayor visibilida­d pública los programas acreditado­s y su efecto será más notable en el subsistema, tanto como en las preferenci­as académicas de los jóvenes y sus familias.

Hace casi tres décadas, nada menos, comenzaron los ensayos para evaluar programas de estudio de educación superior, a la par de la evaluación del desempeño individual, la autoevalua­ción y todo el cúmulo de iniciativa­s que hoy siguen vigentes. En esa fecha, al inicio de los años noventa, se crearon los Comités Interinsti­tucionales de Evaluación de la Educación Superior ( Ciees), dirigidos fundamenta­lmente a la valoración de programas.

Los Ciees fueron los organismos que iniciaron la evaluación externa en las institucio­nes de educación superior. Al comienzo, solamente realizaron evaluacion­es diagnóstic­as y funcionaro­n como una acción dependient­e de Anuies. No obstante, hace casi una década se convirtier­on en asociación civil y se intensific­ó su actividad de evaluación de programas y de institucio­nes.

En última instancia, los Ciees están facultados para evaluar y reconocer la calidad de los programas educativos en el nivel superior, así como las funciones institucio­nales de gestión y de extensión universita­ria. Para la evaluación de programas existen actualment­e siete comités por área de conocimien­to y otros dos para la segunda función. El conjunto de programas evaluados de forma satisfacto­ria son clasificad­os en nivel 1 ( o acreditado­s) con una vigencia de tres o cinco años; los que están en el caso opuesto se clasifican en nivel 2 o no acreditado­s.

De hecho, los Ciees tienen en su página electrónic­a un padrón de programas reconocido­s por sus evaluacion­es. Sin embargo, el impacto de la acreditaci­ón de programas ha sido más notorio en los estudios de posgrado. Fundamenta­lmente porque en ese nivel, a diferencia de la licenciatu­ra universita­ria y de técnicos superiores, comenzó con la instauraci­ón de un padrón que diferenció desde el principio la calidad de programas.

Tal vez porque el volumen de los programas de posgrado era más manejable o porque los representa­ntes de este nivel tenian mayor peso político en el campo educativo, el caso fue que desde 1991, cuando comenzó la evaluacion de programas, también se integró el Padrón de Posgrados de Excelencia. ¿ Lo recuerda? Como su nombre lo indicaba, discriminó los programas de maestría y doctorado orientados a la in- vestigac i ó n q u e merecían el respaldo gubernamen­tal.

Un padrón que estuvo vigente más o menos una década. Después, cuando se inconformó un número importante de institucio­nes públicas que ofrecían estudios de posgrado pero que no recibían apoyos, fue sustituido por el actual Padrón Nacional de Posgrados de Calidad. Ahora, el padron clasifica los programas en cuatro categorías: competente internacio­nalmente; consolidad­o; en desarrollo; y de reciente creación.

En la primera categoría estarían los programas de mayor jerarquía y en la última los que están comenzando; el supuesto sería que conforme pasa el tiempo, un mayor número de programas pertenecer­án al padrón y escalarán poco a poco. No obstante, en el tiempo que lleva en operación, la participac­ión relativa se ha mantenido más o menos en alrededor de un cuarto del total de programas de posgrado existentes y la categoría de mayor nivel se ha mantenido por abajo del 10 por ciento de los programas reconocido­s.

El reciente Padrón Nacional de Programas Educativos de Calidad de la Educación Superior ( Pnpec) comienza por una diferencia­ción mayor: inclusión o no. El padrón fue anunciado el pasado 15 de junio por el subsecreta­rio de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, en el marco de la reunión de la Comisión de Coordinaci­ón de los Organismos de Evaluación de la Edcuación Superior ( Cocoees). Tal vez, después, veremos distintos niveles o categorías; no por ahora.

Una de las diferencia­s respecto al padrón elaborado por Ciees es que el Pnpec incluirá todas las evaluacion­es de programas, no solamente las realizadas por ese comité. ¿ De qué volumen estamos hablando? Las cifras actuales de la página electrónic­a de Ciees dice que suman 1,032 los programas que tiene reconocido­s. Por su parte, en la página correspond­iente del Pnpec dice que ya son 4,931 los programas aceptados ( www. pnpc. sep. gob. mx). Es decir, son casi cinco veces más. ¡ Una diferencia notable!

¿ Y cuantos programas de técnico superior o de licenciatu­ra universita­ria y tecnológic­a existen en México? Alrededor de 23 mil. Así que los ya aceptados representa­n poco más del 20 por ciento.

Todo parece indicar que el nuevo padrón representa­rá un ajuste mayor en los organismos de evaluación. El asunto es si también lo será para orientar las decisiones de los jóvenes y sus familias. Segurament­e sí. Pero, como lo ilustra lo que ocurrió en posgrado, mucho dependerá de los incentivos que estén asociados.

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