Ejercer su papel crítico
Las universidades deben ejercer con autonomía su papel crítico y propositivo frente a la sociedad, sin límites impuestos por los gobiernos en turno, creencias religiosas, el mercado o intereses.
Además, las universidades deben ejercer con autonomía su papel crítico y propositivo frente a la sociedad, sin límites impuestos por los gobiernos en turno, creencias religiosas, el mercado o intereses particulares.
Así lo expusieron rectores de América Latina, en la declaración de la Tercera Conferencia Regional de Educación Superior ( CRES) para América Latina y el Caribe, celebrada en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
En la reunión se debatió el escenario actual de la educación superior en América Latina y el Caribe y las estrategias para los próximos 10 años con miras a lograr los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
La declaratoria enfatiza que la defensa de la autonomía universitaria es una responsabilidad ineludible y de actualidad en América Latina y, al mismo tiempo, es una defensa del compromiso social de las universidades.
Los participantes en la CRES, realizada en Córdoba, Argentina, destacaron que las instituciones de educación superior están llamadas a ocupar un papel preponderante en la promoción y fortalecimiento de las democracias latinoamericanas, rechazando las dictaduras y atropellos a las libertades públicas, a los derechos humanos y a toda forma de autoritarismo en la región.
Además, reafi rmaron el postulado de la educación superior como un bien público social, un derecho humano y universal, y un deber de los Estados.
Asimismo, expusieron que el acceso, uso y democratización del conocimiento es un bien social, colectivo y esencial para garantizar los derechos humanos básicos e imprescin- dibles de la región, mediante la construcción de una ciudadanía plena, la emancipación social y la integración regional solidaria latinoamericana y caribeña.
La educación, la ciencia, la tecnología y las artes deben ser un medio para la libertad y la igualdad, sin distinción social, género, etnia, religión ni edad. También se expone que mujeres y hombres de América Latina y el Caribe, con las transformaciones vertiginosas que se producen en la región, convocan a luchar por un cambio radical, por una sociedad más justa, democrática, igualitaria y sustentable.
Ante la alta migración de la población latinoamericana y caribeña que muestra otra cara de la falta de oportunidades, coincidieron que la ciencia, las artes y la tecnología deben ser los pilares de cooperación para el desarrollo equitativo y solidario de la región, basadas en procesos de consolidación de un bloque económicamente independiente y políticamente soberano.
Por ello, se insta a los Estados de América Latina y El Caribe a establecer rigurosos sistemas de regulación de la educación superior y de otros niveles.
Como estrategia, se pide asumir el compromiso irrenunciable de regular y evaluar a las instituciones y carreras, de gestión pública y privada, cualquiera que sea la modalidad, para hacer efectivo el acceso universal, la permanencia y el egreso de la educación superior, atendiendo a una formación de calidad con inclusión y pertinencia local y regional.
En consonancia con el cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible ( ODS) de la Agenda de Desarrollo adoptada por la UNESCO ( 2030), los participantes de la CRES piden a los Estados promover una política de ampliación de la oferta de educación superior, la revisión a profundidad de los procedimientos de acceso al sistema y la generación de políticas de acción afi rmativas para lograr el acceso universal, la permanencia y la titulación.