Crean obras de arte con piezas de carros, cadenas y bujes
Automóviles, caballos, tanques de guerra, helicópteros, motocicletas y figuras inspiradas en profesiones como la de maestro, ingeniero, arquitecto entre otros, son las obras que Juan Flores Víquez plasma en metal utilizando tuercas, rondanas, resortes y otros materiales reciclados de autopartes viejas.
Desde hace aproximadamente seis años, Juan, de 52 años y su hijo Alán Flores Carmona, de 25 años comenzaron a reciclar metal, creando así la primera figura, un Cristo, a partir de entonces, han elaborado estas figuras.
Dedicado desde hace más de 20 años a la herrería, encontró en “la basura” una oportunidad para crear piezas únicas, que elabora por pedido, inspirado en la idea que es posible generar menos residuos y pueden ser reutilizados para crear arte. “Son piezas de carros, cadenas, bujes, bielas, tornillos, tuercas, rondanas, resortes, de acuerdo a lo que vayamos a hacer estamos checando lo que le puede quedar a la pieza, en su mayoría son piezas de carro que ya no tienen función, de eso que sacan nosotros lo ocu- pamos”, señaló.
De acuerdo con Flores Víquez, elaborar una pieza de ocho centímetros de alto le toma hasta tres horas y le invierte cien pesos, para después venderla en 200 o 300 pesos más.
La pieza más grande y elaborada que ha hecho, compartió, es un caballo en postura galopante de 2.60 metros de altura, el cual le llevó hacerlo más de dos semanas y ocupó miles de piezas de metal. “Lo sacamos de la basura, vamos a la recicladora donde venden fierro viejo, metal y todo esto y de ahí lo recuperamos, casi casi lo venden como nuevo, está caro”.
Al iniciar este proyecto artístico, Juan Flores se percató que si bien muchas personas valoran su obra, otras no le dan la importancia que tiene al pensar que por ser material reciclado no debería ser cobrado o tener un precio tan elevado. “Sí es rentable, porque si yo a veces invierto 100 pesos a veces le puedo llegar a ganar 200 o 300 pesos en la pieza, el detalle está que no todos valoran las cosas como es, muchos piensan que porque es metal reciclado no tienen valor”.
El herrero comentó que en las piezas pequeñas invierte de dos a tres horas en elaborarlas, por ello pide se reconozca el trabajo de un artista, ya que no sólo es juntar sino el dedicarle tiempo y creatividad. “Y es lo que le digo que no es muy valorado, la satisfacción que queda es que muchas personas nos felicitan, nos dicen que son obras de arte porque ninguna pieza es igual a la otra, es la definición que nos dan”, puntualizó.
La pieza más grande y elaborada que ha hecho es un caballo en postura galopante