El factor Sinaloa en el atentado del CJNG
El Cártel Jalisco Nueva Generación, que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes, cree que el gobierno federal se alió con el cártel de Sinaloa después de los episodios derivados de la fallida captura de Ovidio Guzmán, por lo que ha marcado un patrón de ataque que tuvo su coronación con tres atentados: los homicidios del director del penal de Puente Grande y del juez de distrito en Colima, más la emboscada ayer a Omar García Harfuch, jefe de la policía capitalina, quien ha propinado severos golpes a la banda jalisciense aun en su propio territorio.
Esta es la conclusión de uno de los principales mandos de seguridad del sexenio anterior, quien considera que el punto de inflexión de ese cártel es que se enriqueció con el fentanilo llegado a Manzanillo, vaya coincidencia con la pandemia, de Wuhan, China, por lo que se entiende la gran cantidad de recursos desplegados para alcanzar objetivos como un director de penal federal y ahora un jefe policiaco bien custodiado, que salió con tres tiros de un fusilamiento con sofisticadas armas que desafían todo blindaje.
Otro jefe policiaco del sexenio pasado expone que hay dos explicaciones para que García Harfuch señalara ayer, antes de entrar a cirugía, que la autoría de la balacera es del Cártel Jalisco: o ese grupo ya había amenazado directamente al policía y no se informó, o de plano la capital ya está bajo control de la banda de ElMencho.
Otra fuente del mismo nivel, formada en la Policía Federal, evalúa que después de los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, García Harfuch es el mando con mayor capacidad de fuego, con 80 mil elementos, por lo que un ataque contra el tercer hombre más poderoso es un ataque contra el Estado mexicano
Atacar al titular de Seguridad de Ciudad de México es atacar Roma. El grupo que ordenó esto, dice el funcionario consultado, es un grupo “muy poderoso, muy cínico o muy pendejo”, y evidentemente quienes lo ordenaron no deben vivir en la capital, pues no podrían dormir a partir de hoy.