El T-MEC no es “pócima mágica”, alerta la Amcham
El presidente López Obrador viajará a Washington para celebrar lo que llamó un “buen acuerdo”; será clave para la recuperación económica, indica la SE
Tras 26 años de operación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hoy entró en vigor el nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual llega en un momento convulso para la economía, por lo que está lejos de ser la solución inmediata para detonar el crecimiento del país, como confían las autoridades federales y requerirá más que nunca de certeza para las inversiones, coincidieron empresarios y especialistas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó el T-MEC como un “buen acuerdo” y celebró que “quedó a salvo el derecho a decidir” sobre el petróleo mexicano.
“Sí, es un buen acuerdo y por eso voy”, dijo el mandatario sobre su visita a Washington, prevista para el 8 y 9 de julio, a fin de reunirse con Donald Trump.
Para la secretaria de Economía, Graciela Márquez, el acuerdo será clave para la recuperación económica tras la crisis por el covid-19 y que, según el Fondo Monetario Internacional, caerá hasta 10.5 por ciento este año. En tanto, empresarios y especialistas consultados por MILENIO coinciden que para lograr esto México debe cumplir con lo acordado en el acuerdo.
Para Claudia Jañez, presidenta del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG), “el tratado no es un milagro, no se va a implementar solo y a partir del primero de julio automáticamente todo está resuelto”.
Insistió en mantener una visión de país a largo plazo, generando certidumbre, con un estado de derecho claro, lo que implica respetar las reglas.
“Al tener un tratado moderno que incorpora nuevas reglas del juego, las tenemos que aprovechar muchísimo mejor”, consideró la presidenta del CEEG, cuyas 53 compañías aportan 10 por ciento del PIB al país, 11 por ciento de las exportaciones, 40 por ciento de la inversión extranjera directa (IED) y 500 mil empleos directos.
Por su parte, el economista en Jefe de la American Chamber of Commerce México (Amcham), Luis Foncerrada, afirmó que uno de los principales retos del país será garantizar que los contratos se respeten y ejecuten, para lograr que la inversión fluya sin contratiempos.
“El T-MEC es un componente sí, necesario, pero no es mágico, no lo va a resolver por sí solo; es necesario, poderoso, si lo aprovechamos bien; pero no es suficiente, si no agregamos otros componentes no tendrá los efectos que nos puede dar ni los beneficios que podemos”.
La “pócima mágica” para que se aproveche al máximo es con inversión, “plantas, fábricas, edificios, etcétera, inversión física, que requieran empleados, que produzcan empleo; así se genera el empleo, y así lograremos una inserción en todas las posibilidades que nos ofrece el T-MEC con inversión”.
“Si no tengo confianza como inversionista no entro a comprometerme, ni pongo en riesgo mi tiempo, ni mis recursos, mucho menos la cadena de valor en la que estoy inserto, que es donde va a salir mi producto final y mis ventas. En un proceso de inversión hay muchos riesgos como para tomar otro que fuese el incumplimiento de las reglas, ese es grave y sin duda inhibiría fuertemente las decisiones”, afirmó Foncerrada.
Para el ex jefe de la negociación técnica para el TLCAN, Kenneth Smith, es fundamental no tener retrocesos o violaciones al tratado, “que por un lado pueden generar paneles arbitrales, demandas directas a los inversionistas afectados y puede ser muy costoso para el gobierno enfrentar demandas, además de que afectará la competitividad y la atracción de inversión”.
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