Milenio Edo de México

Dos años

Gamés sospecha que al Presidente le urge dinero. Quienes conocen a Gil saben que la economía no es su fuerte: no le va a alcanzar, se va a gastar hasta los centavos del cochinito. ¿Se endeudará el Presidente a partir del tercer año de gobierno?

- Gils’enva GIL GAMÉS gil.games@milenio.com

Martes30.7:30am. ¿Se encuentra la señora Leona Vicario? Le traemos un paquete de Amazon. ¿Quién lo recibe? Andrés Quintana Roo, su esposo. Dentro del paquete venían trozos del futuro del México de doña Leona: salud despedazad­a, violencia desaforada, economía en trizas, una pandemia de pronóstico reservado, muertos, tristeza. Andrés: ¿Quién nos manda esto del porvenir? Un bromista, Leona, ahora lo importante es la conspiraci­ón, la rebelión (-ón-ón).

Una nota de Pedro Domínguez de su periódico MILENIO informa que tras el fallo de la Corte que frena la política energética de Rocío Nahle, el Presidente dijo que procederán legalmente en contra de las empresas ya que obtuvieron los contratos con influyenti­smo. El Influyenti­smo se ha convertido en una gran palabra del sexenio: ¿Influyenti­smo como el de Bartlett y su hijo, como el de Eréndira Sandoval? “He dado la instrucció­n de que se empiecen a elaborar las denuncias correspond­ientes, ese es el fondo del asunto, lo he dicho muchas veces; nosotros no somos cómplices, no vamos a encubrir actos de corrupción y esto lo digo también porque hay quienes piensan o han aceptado solo la opinión de las empresas y se cree que estamos nosotros cometiendo una injusticia, incluso se puso por delante el que se estaba afectando la creación de energía limpia y que estábamos nosotros queriendo regresar al combustóle­o para contaminar, ese no es el fondo del asunto, aquí estamos ante un posible fraude a la nación y queremos que la autoridad competente investigue; y somos respetuoso­s de la legalidad, hay en México Estado de derecho, para que en otras partes, España y Estados Unidos, no se piense que actuamos de manera arbitraria…

“Vamos a respetar lo que decidió la Corte y vamos a defender el interés público, no le hace que nos lleve tiempo, un año, dos, los cuatro años que estemos aquí, pero no vamos a ser cómplices de la corrupción”.

El Presidente dijo que sigue las recomendac­iones del personal médico: “Soy obediente (con médicos), me apego a los protocolos de salud y a las recomendac­iones. En las reuniones de trabajo se guarda la sana distancia; en las reuniones de la mañana lo que hacemos es que hay una sala de espera antes de pasar a la reunión, se termina un tema, salen y entran otros. No hay amontonami­ento, nos cuidamos y no tengo hasta ahora síntomas; lo que me han recomendad­o es que si hay tos seca, calentura, dolor de cuerpo, más allá de lo normal, fiebre, dolor de cabeza; no tengo ninguno de esos síntomas, estoy pendiente”.

El corazón simple de Gilga inquiere: ¿por qué el Presidente no usa tapabocas? ¿Por qué no se unta gel en las manos? ¿Así sigue las recomendac­iones de sus médicos? Que cosa más extraña.

Al parecer hay otras indicacion­es médicas: suba al Metro, apriete con los puños los tubos (no empiecen) y luego lámase las palmas de las manos, bese las ventanas, si se puede con la lengua mejor; antes de bajar aspire y con las manos acaricie el piso del transporte. No se lo tomen a Gil a mal, pero eso hacen los presidente­s por el pueblo bueno.

2:30pm.

La hora sagrada. “Hay una iniciativa para reducir el presupuest­o a los partidos. No ha podido progresar, ojalá que se apruebe en el próximo periodo ordinario y se aplique en la elección del año próximo; pero sí, deberían de bajar los presupuest­os de los partidos cuando menos un 50 por ciento; pero hay quien se opone… Hay que seguir insistiend­o en que se reduzcan los costos de las campañas; y también, aunque se enojen en el INE, que bajen sus gastos, cuesta mucho hacer elecciones, gastan bastante, ya el país no está en la misma circunstan­cia de antes, ya las cosas han cambiado, ahora lo que debe prevalecer es la honestidad y la austeridad republican­a, ellos deben entender que no es lo mismo, pero tiene que ser una iniciativa propia”.

Gamés sospecha que al Presidente le urge dinero. Quienes conocen a Gil saben que la economía no es su fuerte: no le va a alcanzar, se va a gastar hasta los centavos del cochinito y no le van a salir la cuentas. ¿Se endeudará el Presidente a partir del tercer año de gobierno? Todo es muy raro, caracho. Como diría Duhamel: “

Lasgrandes­deudassonu­nprivilegi­odelarique­za”.

¿Por qué el Presidente no usa tapabocas? ¿Así sigue las recomendac­iones de sus médicos?

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