“Barajan Pieles Rojas de NFL e Indios del beis cambio de nombre”
“Soy una persona, no una mascota”, se puede leer en algunas de las pancartas en las protestas que por años han realizado los grupos de nativos americanos en Estados Unidos para pedir por un cambio de nombre en equipos como los Pieles Rojas de Washington o los Indios de Cleveland, y por décadas han sido ignorados. Si bien han creado mayor conciencia sobre su causa y el tema de la discriminación racial e institucional en el deporte, el hecho de que las Ligas siempre hayan respaldado a los dueños, ha traído como consecuencia una estrategia que “mantiene a raya” a los activistas.
El contexto social que atravesamos, con el movimiento de BlackLivesMatter, logra poner la presión justa para que los empresarios –al menos– revisen los nombres. La discusión está más abierta que nunca. Primero porque los patrocinadores de la franquicia, como FedEx, Bank of America, Pepsi y Nike pidieron el cambio, y después porque Nike, junto a WalMart, Target y Amazon dejaron de vender sus productos. El equipo de Daniel Snyder se vio obligado a anunciar una revisión profunda, y aunque muchos familiarizados con esta historia creen que solo es una estrategia para ganar tiempo, se ha reportado que antes de la próxima temporada estrenarían nueva imagen, que ya hay opciones discutidas con la Liga y con el coach Ron Rivera, el único hispano entre las 32 franquicias.
Incluso, personajes del gobierno ya comienzan a tomar una postura, aunque se trate solo de campaña política. No solo la alcaldesa de Washington DC declaró que el nombre de Redskins era un impedimento para el nuevo estadio, también el gobernador de Maryland cambió su discurso y ahora dice que es “probablemente el momento correcto. Creo que el nombre cambiará”. Los Indios de Cleveland comunicaron que están abiertos a revisar el tema con sus socios comerciales. Aunque se trate de tradición y arraigo, la realidad es que mientras un nombre sea discriminatorio y racista para un sector, se debe cambiar.