Una trampa geopolítica
primero de julio se dio, con la apertura del T-MEC, el inicio de una nueva etapa comercial entre los 3 países que integran América del Norte; México, Estados Unidos y Canadá. Este tratado ha sido aprovechado de manera muy hábil por el actualpresidenteDonaldTrumpalinvitar al mandatario mexicano a una reunión en la Casa Blanca.
Trump enfrenta una campaña electoral adversa y muy complicada en la cual busca alcanzar la reelección presidencial en medio de una difícil situación económica causada por la pandemia del covid-19.
Para Donald Trump, esta visita representa un simple acto de campaña, pero para el presidente López Obrador resulta más complicado realizar este viaje, ya que Trump durante su administración ha sido un vecino agresivo que ahora busca adoptar el papel de “amigo del pueblo mexicano”. Además, esta visita implica el pago de un favor por la ayuda que Trump decidió darle a México en la reducción de la cuota petrolera ante la OPEP.
Lo cierto, es que el presidente mexicano tenía poco margen de decisión para evitar la realización de este viaje. Es importante que el presidente tenga claro que no debe ser usado como un instrumento en la agenda político-electoral de Trump. Para los demócratas existe una profunda similitud: López proyecta la imagen de un luchador social nacionalista de izquierda y Trump la de un oligarca racista de la extrema derecha.
De los asuntos más importante de esta visita se encuentra el fortalecimiento de intercambio de información de inteligencia que tanto necesita el gobierno mexicano para ajustar los temas pendientes que se encuentran relacionados con la pasada administración.
En este encuentro ambas partes representan sus respectivos intereses, y es importante que México lleve a cabo un planteamiento para impulsar el desarrollo para la creación de nuevos empleos ya que no todo debe encuadrarse en temas como migración, narcotráfico y comercio ilegal de armas. Se debe de tener la capacidad para proponer una agenda diferente que implique certidumbre para el ámbito de las inversiones en nuestro país. El éxito de esta visita se traduce en un punto de convergencia entre sus temas políticos y los económicos, y arrojará al final la información para entender si valió la pena sacrificar la popularidad del mandatario mexicano.
Al final como sociedad no podemos perder la objetividad para analizar los resultados que deje esta visita de estado y entender que siempre es necesario construir acuerdos con el vecino del norte para producir un impacto directo en el interior del país.