Lozoya: ¿corrupto solitario?
asunto Lozoya no es algo nuevo, pues desde el año 2016 el departamento de justicia de los Estados Unidos inició una investigación contra la empresa Odebrecht, en la cual informa de una red de corrupción donde se involucra a autoridades de alto rango de diversos países, quienes recibieron sobornos por la asignación de contratos multimillonarios, incluyendo sobre todo países latinoamericanos, como Argentina, Brasil, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Guatemala, Panamá, Perú y México.
En México la investigación simplemente no prosperó durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, incluso Santiago Nieto, quien era el titular de la Fepade en esa época, fue despedido por negarse a declarar inocente a Emilio Lozoya. Así procuraba justicia la PGR en tiempos de Alberto Elías Beltrán.
Casi en toda Latinoamérica se actuó de manera expedita, y en contra de presidentes, ex presidentes de la República, legisladores, directores de empresas del estado, en fin, contra las redes de corrupción.
En México se habla de que una parte del dinero recibido por Lozoya se aplicó a la campaña a la presidencia cuando era candidato Enrique Peña Nieto, lo que frenó toda la investigación en su momento.
Lozoya también tiene otras investigaciones de cuando era director de Pemex por la compra de dos plantas de fertilizantes: Agronitrogenados y Fertinal, compras con un elevado sobreprecio.
Sin duda investigar a Lozoya es crucial, pero la ahora Fiscalía General de la República, a pesar de que cuenta con suficiente información como para imputar delitos al consejo de administración de Pemex y a una serie de funcionarios que participaron en este fraude a la nación, incluyendo a gente del sector privado, ha centrado todo en Lozoya como si fuera un corrupto solitario.
Preocupan cuatro cosas: una, el que Lozoya haya sido quien solicitó ser extraditado a México de manera inmediata. Dos, que no parece estar preocupado y sí apurado por venir, es decir, ¿acaso ya hay algún arreglo? Tres, que no se menciona el caso Fertinal, tan importante como el de Agronitrogenados y otros.
Cuatro, que no sabemos en qué términos Emilio Lozoya será testigo protegido y si entregará toda la información, videos, grabaciones y documentos y si hará señalamientos directos. Cinco, si seguirá siendo considerado un corrupto solitario y si será una nueva gran decepción para el pueblo de México, mediante una "verdad histórica" a modo. Lo cierto es que esto es una verdadera prueba para la cuarta transformación y debe superarla, si no, el costo político puede ser muy elevado.