Digno y republicano
El Presidente viajó a EU en medio de críticas mal intencionadas de los conservadores
Dignoy republicano. Así podríamos resumir el encuentro, discurso y declaración conjunta del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y de su homólogo estadunidense, Donald Trump el pasado miércoles 8 de julio. Un viaje austero, respetando los protocolos de las líneas aéreas, alojamiento en la residencia oficial de nuestro país en Estados Unidos, ofrendas en los monumentos de Abraham Lincoln y de Benito Juárez. Así como un discurso con visión de Estado y referencias históricas de la relación entre nuestro país y Estados Unidos.
La reunión del presidente López Obrador con el presidente Trump era una reunión obligada para cerrar la firma del T-MEC. El presidente López Obrador viajó a Estados Unidos en medio de un ambiente político complejo en el país, creado por una crítica mal intencionada de los conservadores, de la derecha y de una parte del círculo rojo, con el propósito de socavar su gobierno. Sin embargo, el presidente López Obrador sostuvo una reunión con una enorme dignidad, con un enorme sentido republicano y un profundo carácter democrático internacional. Regresó como lo que es, un gran presidente. Es un orgullo que sea el representante del Estado mexicano.
Con claridad, el presidente López Obrador enfatizó que con acuerdos como este y con respeto a nuestras soberanías, en vez de distanciarnos, estamos construyendo juntos un mejor futuro, que se trata de privilegiar el entendimiento y hacer a un lado las diferencias o resolverlas con diálogo y respeto mutuo.
Con respeto y tacto recordó que en la historia de México y Estados Unidos hay desencuentros y agravios que todavía no se olvidan, pero también acuerdos y alianzas estratégicas, así como acuerdos tácitos o explícitos de cooperación y de convivencia. Ejemplificó que en los años 40 del siglo pasado, durante la Segunda Guerra Mundial, México ayudó a satisfacer la necesidad de Estados Unidos de materias primas y mano de obra.
Dijo que la historia, la geopolítica, la vecindad y las circunstancias económicas de ambas naciones ha impulsado un proceso de migración de mexicanas y mexicanos hacia Estados Unidos y se ha conformado una comunidad de cerca de 38 millones de personas, incluyendo a los hijos de padres mexicanos. Con firmeza indicó que se trata de una comunidad de gente buena y trabajadora que vino a ganarse la vida de manera honrada y que mucho ha aportado al desarrollo de esa nación.
Señaló que algunos pensaban que las diferencias ideológicas de ambos mandatarios habrían de llevarlos inevitablemente al enfrentamiento. Nada de eso se cumplió y concluyó diciendo que hacia el futuro no habrá motivo ni necesidad de romper las buenas relaciones políticas ni la amistad entre gobiernos.
Remató recordando cómo Benito Juárez García pudo entenderse con el presidente Abraham Lincoln. Recordó que este presidente, impulsor de la abolición de la esclavitud, nunca reconoció al emperador Maximiliano, impuesto en México por el imperio francés. Por su parte, el presidente Trump fue muy respetuoso en su discurso y nunca hizo mención a la construcción del muro fronterizo. En resumen, el viaje del presidente López Obrador a Estados Unidos fue un éxito absoluto.