Milenio Edo de México

Encantos de Aculco, el Pueblo Mágico con un corazón artesanal

El proyecto de darle espacio a los creadores de diversos ornamentos hechos con cantera o tejidos, será posible luego de que autoridade­s retomaran la construcci­ón de un mercado donde también contemplan incluir a los productore­s de queso

- ALICIA RIVERA

Con la intención de promover la actividad turística en Aculco, la Secretaría de Obras estatal inició trabajos para rehabilita­r un inmueble desocupado en la plazoleta “Jorge Jiménez Cantú” con el objetivo de convertirl­o en el Mercado de Artesanías y el Queso de este Pueblo Mágico, donde artesanos de cantera y bordados, así como productore­s de dichos alimentos lácteos podrán comerciali­zar sus artículos.

En esta semana, la secretaria de Turismo, Evelyn Osornio, acompañada del alcalde de Aculco, Alfredo Osornio Victoria, realizaron una visita de supervisió­n para conocer los avances de la remodelaci­ón del sitio.

En mayo el titular de la Secretaría de Obras, Rafael Díaz Leal Berrueta, retomó el proyecto para concretar la gestión del inmueble en el conjunto arquitectó­nico que se construyó en 1978, bajo el gobierno de Jorge Jiménez Cantú, que incluía originalme­nte un auditorio, el mercado, la zona para el tianguis y el área de estacionam­iento.

Esto se realizó utilizando como material de construcci­ón la típica piedra blanca de Aculco, en un estilo neocolonia­l, con innovacion­es como el uso de bóvedas de ladrillo, contrafuer­tes y alnilo o de acetato (con sus lados: ‘A’ y ‘B’ y su casi docena de pistas) eran la playlist o la banda sonora de sus vidas: el continuo acompañami­ento de disco y el tornamesa con todo y sus emociones provocadas por la música y las canciones.

En esos objetos redondos ( hoy de moda y a precios exorbitant­es) ejercen cierto encanto y nostalgia porque en ellos se tiene un almacén de sonidos durante el siglo pasado.

Antes que el casete, el walkman, el cedé, el iPod o el Spotify, los discos eran motivo de reunión de familia y amigos. Era frecuente estar sentados en torno al tocadiscos o bailando los hits del momento. Fueron un elemento insustitui­ble para amenizar, evocar y disfrutar. Surcos melódicos pisados por una aguja o púa. Vueltas y vueltas. Pasta negra con una etiqueta y un hoyo central.

Las letras de las etiquetas del vinilo daban vueltas una y otra vez. La pasta negra del disco (aunque había sobre todo en los años setenta vinilos de color rojo) con finos hilos supeditado­s a una aguja que aseguraba la fidelidad del sonido siempre y cuando el fino metal de la aguja no estuviera en mal estado y sobre todo el disco, obvio, no presentará impurezas o rayaduras.

Álbumes históricos o discos fundamenta­les como los grabados por The Beatles: Help

(1965); Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967); The Beatles (1968) o Abbey Road (1969). O aquellos del grupo Pink Floyd como The Dark Side of the Moon (1973) o The Wall (1979), además del álbum ‘ John LennonPlas­tic Ono Band’ (1970), son ampliament­e buscados por coleccioni­stas.

Grandes éxitos como el disco de la banda sonora de la película Saturday Night Fever, del grupo Bee Gees (1977); el ‘Live and More’, de Donna Summer

(1978); tatuaron a toda una generación. Después en la década noventa llegaron los cds. Los discos han quedado como objetos de culto en la nostalgia musical.

Era frecuente estar sentados en torno al tocadiscos o bailando los hits del momento.

 ?? ARCHIVO ?? Bordados hechos por manos mexiquense­s.
ARCHIVO Bordados hechos por manos mexiquense­s.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico