El mágico poder de las plantas
De
la valiosa biodiversidad que nos rodea, reconocemos que además de ser nuestro disfrute, base de muchas creencias, referencia para la curación, elementos sustantivos para la alimentación, tiene una gran influencia en nuestra salud al grado de atribuirle poderes mágicos curativos en ocasiones más por sus características aparentes que comprobando científicamente que funcionen.
Si bien gracias a la observación se ha logrado avanzar en la búsqueda de opciones para la salud como sucedió con el árbol conocido como Tejo que se aisló de su corteza el paclitaxel (Taxol) una importante sustancia anticancerígena, o el sauce, cuya corteza se utilizaba desde tiempos remotos para aliviar dolores y calmar la fiebre, tantas bondades en la corteza del árbol que los científicos estudiaron sus propiedades aislando el ahora conocido ácido acetilsalicílico, y ni que decir de la maravillosa herbolaria que en la época prehispánica tanto asombró a los conquistadores siendo aún parte de nuestros remedios en la vida cotidiana.
Si bien la flora ha sido utilizada para nuestro sustento, forma de vida, y mejora de la salud, en ocasiones por resolver pronto un padecimiento caemos en interpretaciones y creencias que producen efectos negativos. Las decisiones del consumo indiscriminado de plantas “medicinales” en mucho tienen sustento en comentarios de alguien conocido o el consabido “amigo de un amigo” que se alivió con algún remedio de la naturaleza que no siempre es lo más saludable o simplemente lo más creíble.
La experiencia ancestral en el uso de productos como la manzanilla para molestias gastrointestinales y antinflamatorias, o el jengibre, se confirman tras estudios que descubren los compuestos químicos orgánicos terpenoides, flavonoides y gingerol que les dan esas cualidades. Hay recursos con antigüedad, como el ajo que se usaba como antibiótico, antiparasitario, tónico, laxante, en afecciones pulmonares, dolor de muelas, hasta remedio contra la peste, incluso contra vampiros y malas influencias. Algunos beneficios del ajo están comprobados científicamente, pero otros son parte de las creencias que surgen en emergencias, como recientemente la propuesta del collar de hojas de eucalipto para combatir el COVID -19 sin comprobación científica. Mejor remitirnos al lema de Hipócrates “Que tu alimento sea tu única medicina, y que la medicina te sirva de alimento”.
Por resolver pronto un padecimiento caemos en interpretaciones