Minería, en busca del brillo robado por el coronavirus
Una caída de la producción menor a 16% por el cierre será un buen resultado, dice el subsecretario Francisco Quiroga
Pruebas rápidas de detección, cierre de espacios recreativos, reducción en las operaciones de extracción y fuertes medidas de prevención sanitaria son la nueva normalidad con la que la industria minerometalúrgica inicia nuevamente sus actividades.
Al celebrar este 11 de julio el Día del Minero, Francisco Quiroga, subsecretario de Minería de la Secretaría de Economía, indicó que no se puede soslayar que el sector suspendió actividades dos meses por la pandemia, por lo cual una caída de la producción menor a 16 por ciento será un buen resultado.
Esta industria que contribuye con 4 por ciento del producto interno bruto nacional y genera alrededor de 2.3 millones de empleos directos e indirectos, abre con los precios de los metales en aumento gracias a que el mercado espera que suba la demanda, ante una mejor expectativa económica y a que es uno de los principales proveedores de insumos para fabricar productos médicos y farmacéuticos, y de telecomunicaciones.
Aunque el precio del oro cayó ayer, cerró con su quinta ganancia semanal consecutiva. Según Reuters, el oro al contado bajó 0.3 por ciento a mil 797.85 dólares la onza, con un avance acumulado de 1.4 por ciento en la semana y tras tocar el miércoles su máximo desde septiembre de 2011, a mil 817.71 dólares. La plata cotizó con pocos cambios a 18.66 dólares la onza, tras escalar en la víspera a máximos desde septiembre de 2019 y completó su quinta semana seguida de alzas.
“La constante inyección de liquidez en el mercado sigue siendo el factor positivo más destacado, ya que el dólar se ha estado debilitando y respaldando los precios de las materias primas, sobre todo del oro y la plata”, dijo David Meger, de High Ridge Futures, firma de corretaje privado.
Impacto en la producción
De acuerdo con las cifras más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en abril, el primer mes de confinamiento, el volumen físico de la producción minerometalúrgica del país bajó 24.4 por ciento respecto a marzo, con base en cifras desestacionalizadas. En su comparación anual, el índice tuvo una caída de 25.2 por ciento.
La producción minerometalúrgica incluye todas las actividades de extracción, beneficio, fundición y afinación de minerales metálicos y no metálicos.
La producción minera (referida solo a las actividades de extracción y beneficio de minerales metálicos y no metálicos) de los principales productores del país registró variaciones negativas en prácticamente todos los minerales, salvo el azufre. La extracción de oro cayó 49.28 por ciento; la de plomo 64.56; zinc 60.17; y de la plata 41.15 por ciento.
En el caso particular de los metales preciosos, durante el cuarto mes del año la producción nacional de oro ascendió a 3 mil 349 kilogramos en comparación con los 6 mil 603 extraídos en marzo; de plata se extrajeron 183 mil 833 kilos en comparación con los 312 mil 428 de un mes anterior.
Sin cierre de empresas
Quiroga expuso que cayó la exploración en el país y en el mundo, así como las exportaciones mineras, pero se hace un gran esfuerzo por recuperarlas y destacó que no hay registro de cierres permanentes de empresas mineras nacionales y extranjeras por el impacto del covid-19 y tampoco se cancelaron inversiones sino que éstas se mantienen en el país. Las mineras pararon sus actividades a comienzos de abril, tras no haber sido consideradas como actividad esencial para la economía
nacional y fue hasta el 1 de junio, que a la par de la industria automotriz, pudo reiniciar operaciones con condiciones muy particulares.
Para la mina Peñasquito, en Zacatecas, la segunda más grande en producción de plata en el país, regresar a sus actividades implicó no solo aplicar estrictos protocolos sanitarios sino también reducir
50 por ciento sus operaciones para limitar el número de personas dentro de sus instalaciones.
Entrar a la mina de la empresa estadunidense Newmont Goldcorp, ubicada a tres horas por carretera desde el aeropuerto de Monterrey, Nuevo León, que todos los empleados, proveedores y visitantes pasen por un riguroso examen de salud.
En un recorrido hecho por MILENIO, José Caracheo, gerente de Seguridad, Salud, Higiene y Capacitación de la mina, explicó que se logró el restablecimiento de 50 por ciento de la producción total, por lo que solo laboran 2 mil 64 de 5 mil
200 empleados.
Quienes trabajan al interior de la mina permanecen 14 días dentro de las instalaciones y descansan siete en sus casas con el fin de que un menor número de gente esté saliendo y entrando. El transporte de material también fue reducido y de una flota de 98 vehículos solo operan 65.
Los trabajos de exploración de nuevos campos están suspendidos. Antes de la pandemia, Peñasquito movía 500 mil toneladas diarias de mineral y material estéril y después cayó a 300 mil.
Vivir en la mina
La pandemia también reconfiguró la vida social de los empleados dentro de la mina al reducir al máximo la interacción y convivencia lúdica.
En el complejo hay instalaciones para el esparcimiento como canchas de futbol, basquetbol, gimnasio, billar e incluso una sala de cine, pero ahora están cerradas para mitigar la propagación del virus, dijo Carlos Paredes, administrador del Campamento de Peñasquito.
Para los empleados de Peñasquito, cumplir con las medidas sanitarias es el camino para “volver a jugar un partido de futbol, billar o simplemente cocinar una rica carne asada”.