Uno es de donde se hace: Arnulfo Valdivia
Ex embajador de México en aquel país de Latinoamérica, Doctor en Economía Política, conferencista, fotógrafo y director de cine… “siempre donde voy me considero toluqueño”
Luego de haber sido el embajador en Colombia más joven del que se haya tenido registro en México, Arnulfo Valdivia cuenta con un historial migratorio que conoce a profundidad y que sin duda lo ayudó a desempeñar un buen papel durante su encomienda.
Concebido en Los Ángeles, nacido en el Estado de México, pero registrado en Jalisco, asegura que conoce los esfuerzos que hacen los padres de familia migrantes para salir adelante y es que al ser hijo de un indocumentado, las historias de adversidades le resultan familiares.
Asumido como “toluco” por haber desarrollado gran parte de su vida académica y personal en la capital del Estado de México, es un político que además se desempeña como fotógrafo profesional, contando con participaciones en exposiciones, libros y seminarios en Colombia, México y Perú.
El ahora ex embajador que alguna vez formara parte de la administración encabezada por Enrique Peña Nieto, hoy tiene un plan de vida que incluye su participación en la iniciativa privada y mantener la paz interior, hecho que disfruta luego de haber desempeñado varios cargos a nivel federal y estatal.
Una de sus frases: “Origen es destino”
Por azares del destino por el tiempo llego a ocuparme de los temas migratorios tanto a nivel estatal como a nivel federal. De los cargos que ocupé en mi vida tuvieron que ver con temas de migrantes.
Hoy yo mismo ya soy un migrante porque vivo la mitad de tiempo en Colombia y la verdad es que el espíritu de los migrantes lo entiendo hoy más que nunca, si bien antes me tocó estar en el espacio en el que hacía política pública para ellos... Comprendo ahora muchas de las cosas que a lo mejor como servidor público no entendía al 100 por ciento, como lo que tiene que sufrir un migrante cuando llega a un nuevo país.
Entiendo hoy el esfuerzo, el trabajo y el gran reto que es ser empresario, que es ganarte el dinero, pagar sueldos, pagar quincenas cuando a veces no tienes ni para comer tú.
Llegas a Colombia, obviamente ya como embajador, un “toluco” representando al pueblo mexicano en uno de los países más hermosos, pero muy polémicos Dejé de ser embajador por voluntad propia, porque así se lo pedí al presidente Peña Nieto, y él generoso, a pesar de que al principio no le gustó mucho, con el tiempo entendió que yo quería hacer una transición suave en mi vida. Yo no tengo la vida resuelta, yo necesitaba evolucionar.
Pero el ser embajador de México fue el cargo más lindo que tuve y realmente el más honroso, y yo sabía que más allá de ser embajador y de representar a este país que tenemos, puedo decir que después de ser embajador ya no quería ocupar nunca un cargo, porque ya había llegado yo a la cima de lo que para mí era el espacio más honroso.
Hay jóvenes que estudiaron relaciones económicas y su top es ser embajador, ¿qué se siente haberlo sido? Dentro de mi plan de vida yo soñaba también con serlo, pero ya mayor. Y lo que puedo decir es que Dios se ríe de nuestro plan de vida. Me tocó muy joven ser embajador… llegué a los 43 años de edad. ¿Qué fue lo que te enamoró de Colombia?
Es un país encantador como México, somos países muy similares. No es casual que los colombianos que vienen a México no se sientan extranjeros, acá y los mexicanos que van a Colombia tampoco se sientan así, somos culturas muy similares. Realmente sientes que estás con otro acento, pero en realidad somos muy similares.
La realidad es que es un país espectacular y maravilloso, es un poco de lo que digo de Toluca, lo que empiezas a valorar por sobre todas las cosas es a tu gente, tus amigos, con los que has vivido cosas buenas y malas.
Una faceta interesante es la fotografía, ¿de dónde salió tu gusto por ella?
Mi mamá fue actriz, mi papá representante de artistas y productor de películas y cuando me preguntan a los 16 años ¿qué quieres hacer?, dije: “Yo quiero ser director de cine” y me dijeron no. No me dejaron. Entonces cuando termino mi segundo postdoctorado en Economía, dije “aquí están mis títulos y me voy a tomar dos años sabáticos, a estudiar cine”.
Me fui a Italia y ahora soy director. Luego me metí a hacer fotografía y me ha ido muy bien. Quiero hacer una fundación de foto, quiero utilizar la fotografía para que niños de bajos recursos puedan utilizarla como una forma de subsistencia y más adelante cambiar su destino.
“Quiero hacer una fundación de fotografía y un curso para niños de bajos recursos”.
¿Dónde está tu corazón ahora? Me he dedicado a ser un mejor ser humano, a partir de llenar mis vacíos y carencias emocionales, a partir de entender de dónde vienes y llevarlas yo con mi propia dignidad, con mi propio cariño.
¿Dónde está tu felicidad?
Mi felicidad está en encontrar la gratitud en cada detalle de cada día que vivo. El poder levantarme por la mañana y recordar que mi mamá sigue viva a los 84 años, que es una fortuna que mucha gente no tiene, que mis hermanos cumplen años; ver a mi perro y disfrutar con él un sábado corriendo en una tarde soleada. Esa es mi felicidad. También crear una empresa con la finalidad de volverme un canal de creación de prosperidad, es mi felicidad.
Mi felicidad ya no es aparecer ante un auditorio de 10 mil personas, no es un jefe que me diga que soy inteligente, mi felicidad hoy está en buscar esos espacios donde tengo que trabajar para sentirme muy orgulloso.