¿En qué momento un luchador debe decir adiós?
En luchador de cabello largo camina hacia el ring. Se alcanza a apreciar desde lo lejos. Apenas y se le ve el rostro.
Es la lucha estelar, hay música de fondo, las luces apagadas y apenas y se aprecia el gladiador y el resto de sus compañeros.
Encienden las luces y se pueden apreciar los seis luchadores sobre el cuadrilátero.
Pero algo no anda bien. El luchador de cabello largo camina de manera distinta. Ambas piernas se le han arqueado.
Pareciera que camina con dificultad pero lo puede hacer aunque no en óptimas condiciones.
Ambas piernas hacen una especie de arco. Es como si caminara montado en una silla de caballo.
El luchador de pelo largo fue en el pasado una estrella. Alcanzó el estrellato en México y posteriormente emigró a Estados Unidos.
Es uno de los pioneros de la lucha extrema en Tijuana y en el resto del país. Pero sus tiempos de gloria han quedado atrás.
Tiene los arrestos para subir al cuadrilátero pero no la capacidad de brindarse al cien por ciento.
Por la manera de caminar pareciera que en cualquier momento las piernas terminarán por doblarse a los lados.
Ha subido al ring apenas a cumplir. Uno de sus compañeros se burla sobre el cuadrilátero de su forma de caminar. La afición es más cruel y le grita “patas chuecas”.
El final de su carrera está a la vuelta de la esquina pero continúa presentándose en las distintas plazas del país.
Mirar su imagen y la manera de caminar arriba y debajo de ring no deja una buena sensación. El luchador está mal y lo sabe. Pero continúa luchando.
¿Cuál es el momento indicado para que un luchador diga adiós los cuadriláteros?, ¿Qué momento es el preciso para dejar la lucha libre?, ¿Debe ser en plenitud de facultades?, ¿Cuándo el cuerpo no le dé para más?, ¿Debe retirarse justo en el descenso de la cima?
Este no es el único caso de luchadores en el que su desempeño no es el mismo en el ring ya sea por las lesiones o por el tema de la edad.
Un par de estrellas de los 80 del Toreo de Cuatro Caminos continúan luchando. Definitivamente sus movimientos ya no son los mismos. Su accionar es lento sobre el cuadrilátero.
La afición no solo se da cuenta, lo señala y se burla. En un encuentro en el que estaban programadas este par de estrellas del Toreo los aficionados al ver la lentitud de sus movimientos dijeron: “orale, en cámara phantom”.
Es muy respetable la decisión de luchadores ya grandes y con lesiones en el cuerpo subir aún a los cuadriláteros. Ellos saben que arriesgan la vida en el ring y en esas condiciones el riesgo es mucho mayor.
Pero ¿por qué lo hacen?, ¿por qué lo siguen haciendo?, ¿por dinero?, ¿por necesidad?, ¿por amor a la lucha?
Independientemente del motivo de cada uno de ellos su desempeño sobre el ring no es el mismo. No es agradable ver que una estrella del pasado siga subiendo al cuadrilátero cuando sus mejores años han quedado muy atrás.
Hay luchadores que en el pasado fueron estrellas y que desafortunadamente se presentan en arenas importantes solo para perder la cabellera contra un luchador sin categoría.
O vamos más allá, luchadores de clase perdiendo la máscara en contra de un luchador que no es de su categoría.
¿Por qué no se retiran dignamente cuando aún conservan la salud y la edad para hacerlo?
Cuando un luchador con lesiones y el peso de la edad encima sube al ringo pierden todos.
Pierde la lucha libre al no haber un encuentro de calidad con un gladiador lesionado y que la edad no le da para realizar los movimientos que hacía en el pasado. Pierde el mismo luchador al arriesgar de más la vida, al verse mal sobre el cuadrilátero con movimientos lentos y acciones que ya no puede ejecutar por las lesiones y la misma edad.
Pierde la afición al no tomar enserio el encuentro mirando el bajo accionar del luchador sobre el enlonado. Pierde el promotor porque el aficionado no volverá a pagar un boleto para ver un encuentro en donde no hay lucha libre.
Un luchador que en el pasado fue estrella y que aún continúa luchando a pesar de la edad y de las lesiones debe ser recordado como parte importante de deporte y no dando pena sobre el cuadrilátero.
Recordar a un gran luchador en malas condiciones sobre el ring es algo que definitivamente no debería de suceder.