El tipo de cambio (y de presidente) golpean al turismo en EU
Hace unos días Financial Times entrevistó a Arne Sorenson, presidente y CEO de Marriot International y quién alertaba sobre el impacto en el turismo de Estados Unidos de las políticas dañinas de Donald Trump, porque los viajeros internacionales iban a comenzar a dejar de visitar el país y muchas empresas organizarían sus eventos en otros destinos. Según una investigación de The Washington Post, en los primeros meses del año cayeron 15 por ciento las reservas desde México para los hoteles Marriot en Estados Unidosy 30 por ciento desde Medio Oriente.
“Es una combinación de factores: una economía global débil, un dólar fuerte (que encarece el destino), las prohibiciones de acceso a ciertas nacionalidades y el sentimiento anti-EU”, explica desde Filadelfia, Gonzalo del Peón Suárez, presidente de AMResorts.
La firma de análisis Tourism Economics calculó que este cocktail resultará en 4.3 millones de turistas menos a EU, lo que significa 7 mil 400 mdd que se irán a otros destinos. “2018 será peor: 6.3 millones menos y una pérdida de 10 mil 800 mdd”, abunda el informe. Los destinos más golpeados serían Miami, San Francisco y Nueva York.
“Justo los dos países vecinos que generan el mayor volumen de visitantes —México y Canadá— tienen monedas devaluadas”, explica el ejecutivo. Yo le sumo el factor fricciones del Tlcan, donde el mensaje American First pega no solo al comercio exterior, sino también a las decisiones de las siguientes vacaciones.
“Este sector lo sigue de cerca Trump, porque él es un empresario hotelero. De hecho, el tipo de ofertas agresivas de sus hoteles hablan de que debe tener poca ocupación”, dice Del Peón Suárez.
Mientras, México se encamina hacia otro año récord de visitantes internacionales: de enero a abril de este año creció 9.9 por ciento versus 2016 y 6.9 por ciento aumentó la derrama económica. Teniendo en cuenta que estos cuatro meses representan un tercio del total anual, los datos son un termómetro de que este año se superará la marca de los 35 millones de extranjeros que llegaron en 2016.
Aunque nada de dormir sobre los laureles, porque podemos perder también esta gallina de huevos de oro por cuestiones tan sensibles como la inseguridad.
“Esto es mucho más grave para México que Donald Trump. Por ejemplo, presentamos esta semana una carta al presidente Peña Nieto pidiendo seguridad en Ixtapa, el único destino en Guerrero que aún recibe turismo internacional”, cuenta el ejecutivo de AMResorts, quien pone como ejemplo a Acapulco que hace 10 años recibía 350 mil turistas internacionales al año y ahora apenas son 50 mil.
Y en Riviera Maya, uno de los polos de inversión más atractivos del país, tampoco se puede decir que la seguridad sea uno de los temas resueltos por el gobierno.