La problemática urbana en la agenda nacional
La política nacional de vivienda y de desarrollo urbano son programas que se encuentran muy activos, y es que la demanda de vivienda y la necesidad de planear las ciudades ha sido en los últimos años una necesidad en pleno auge.
La política pública debe pensar en los serios problemas que aquejan a las ciudades, como son la seguridad y la movilidad, problemas que deberán resolverse a través de una agenda urbana.
La construcción de vivienda no solamente resuelve la problemática de la carencia de vivienda de las familias mexicanas, sino que además es un programa que apoya a sectores importantes de la economía nacional, tal es el caso de la construcción, la cual genera cada año millones de empleos en México.
Cuando escribimos del sector construcción de vivienda, Hacemos alusión a una industria fundamental en el desarrollo económico de México, cuya aportación al Producto Interno Bruto es cercana al 7%, además genera 3 millones de empleos directos, y muchos otros empleos que se generan en forma indirecta.
Con la creación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), se intenta resolver una problemática que ya había alcanzado a los mexicanos, y es que cerca del 80% de mexicanos vive en zonas urbanas.
La SEDATU intentar resolver no solamente la parte de la vivienda, sino, además tiene como objetivo ordenar las ciudades y sus áreas periféricas. La tarea de esta Secretaría es en parte crear vivienda para crear ciudades ordenadas, y es que la problemática se enmarca como un objetivo de Naciones Unidas dentro de los objetivos de desarrollo del nuevo milenio.
El desarrollo de las familias pasa por la posibilidad de tener una vivienda digna, sin vivienda digna no hay calidad de vida, y es que la ciudades, particularmente en los países subdesarrollados, han crecido en forma desordenada, con calles y avenidas mal planeadas, con zonas limítrofes en donde abundan invasores de terrenos con familias sin propiedad legal sobre el suelo que habitan, sin servicios básicos como agua, luz, o drenaje, cinturones de miseria aledañas a las grandes ciudades en las cuales habitan muchos pobres.
Diagnosticar el problema de las grandes ciudades implica en un segundo momento resolver problemáticas de la agenda nacional, y es que atacar la problemática implica apostarle por apoyar al 60% de los mexicanos en situación de pobreza que viven en zonas urbanas, pero además se debe atender la problemática metropolitana, lo cual implica atacar de raíz el desempleo y la violencia.
Cuando se genera migración del campo a la ciudad, las personas que emigran no siempre encuentran solución a sus problemas, se genera así una manifestación mayor de la pobreza, la pobreza que anteriormente era rural, pasa a convertirse en pobreza urbana, pero con un nivel exponencialmente mayor. El pobre en el campo tiene una tierra propia en la cual habita, existe la posibilidad para criar sus propios animales y cosechar sus huertos; pero cuando se traslada a la ciudad, el migrante se queda sin tierra, sin techo propio, y sin la posibilidad de tener alimento.
México hoy tiene la necesidad de planear su desarrollo urbano, de ponerlo en el centro de la política pública, necesitamos crear ciudades ordenadas, y las que hoy se encuentran en caos tratar de darles una mejor solución.
La política urbana debe pensar en la construcción de infraestructura que permita la movilidad, pensar en el futuro no en el presente, construir a sabiendas de que la ciudad cada día seguirá creciendo. Apostar por crear infraestructuras que resuelvan la problemática no sólo de los próximos cinco o diez años, construir pensando en prospectiva, en el crecimiento de la ciudad a 50 años. Eso sería hacer hoy un buena política urbana.