Marc Anthony provoca la gozadera con su rumba
El cantante armó gran fiesta con sus 10 mil invitados en el primero de sus tres conciertos en el Auditorio Nacional
Alas 20:40 inició la
gozadera de las fans de Marc Anthony. Las 10 mil personas que llenaron el foro apenas vieron que la espigada figura salió al escenario y proyectaron su emoción.
“Valiô la pena” fue el tema con el que iniciô la fiesta y también el presagio de lo que comentarían los invitados.
Derrochando energía en cada una de sus acciones y provocando a sus fans con sus movimientos pélvicos, el intérprete siguió con “Y hubo alguien”.
Ataviado en jeans, playera blanca y saco negro, que complementaba con un par de rosarios que pendían de su cuello, donde tres cruces daban el acento a su imagen, el anfitrión siguió la parte romántica de su show con “Hasta ayer”.
En ese tema compartió el reconocimiento con “Mario, en la guitarra eléctrica”, cuya ejecución estaba al tono del sentimiento que derrochaba.
Las ovaciones, suspiros y silbidos provocaron que el anfitrión interactuara con sus invitados, entonces agradecía la reacción y los provocaba a seguir aplaudiendo por segmentos.
“Muchas gracias. Como que la fuerza está por acá. Buenas noches, muchas gracias por darme la oportunidad, la fiesta está acá”, dijo y los gritos se multiplicaron.
“Esta noche vamos a cantar un poqito de todo. De lo viejo, de lo nuevo, un par de inventos”, expresó y volvió a encontrar eco en el foro.
“Mis canciones empiezan como baladas y luego viene la rumba”, dijo al volverse a dirigir a sus invitados.
“En un concierto de salsa no pueden estar sentados”, añadió y el comentario de inmediato hizo efecto.
“Flor pálida” y “Yo trato” siguieron en el repertorio, y de repente sorprendió al presentar “a un gran amigo que está con nosotros esta noche, Nicky Jam”.
El momento también fue idóneo para que reconociera el virtuosismo que “Jessie imprimía a las percusiones”, al igual que lo hacían los 20 músicos que lo acompañaban y que hacían amalgama perfecta con el derroche de sensibilidad.
Con un popurrí integrado por “Abrázame muy fuerte”, “A quién” además de “Y cómo es él” continuó su fiesta.
“¡Mujeres, mujereees! Lo que viene es rumba... quieren salsa? Esto es pa’ gozarlo”, dijo al volver a dirigirse a la gente que lo emulaba en su canto y en su baile.
“Yo grabé esta canción hace como 30 años”, expresó, al tiempo que se oían las notas de “Vivir lo nuestro”
“Aquí no me hace falta oxígeno para nada. Si me desmayo me agarran”, expresó, y las espontáneas se multiplicaban en la sala.
“Yo te doy respiración de boca a boca”, decían.
“Vivir lo nuestro” fue el tema con el que siguió e invitó “a bailar”.
“Con esta canción comencé mi carrera”, dijo al referirse a “Te amaré por siempre”.
El sudor que corría por su cuello y rostro reflejaba el derroche que Marc ponía a cada interpretación.
“Todo comenzó con esta canción, nací un 16 de septiempre, mi padre me puso Marco Antonio por su cantante favorito, y yo no sabía qué iba a pasar, hasta que me encontré con esta canción de un cantautor mexicano. Si la saben cántenla, por favor”, expresó.
Y las notas de “Hasta que te conocí”, de Juan Gabriel, trajeron de nueva cuenta la euforia a la sala, pues el eco fue de miles de gargantas, que interpretaron el gran clásico.
“Te conozco bien” siguió en la velada, en la que el swing que le pone a su baile fue la constante y la herramienta perfecta para conquistar a sus invitados.
Estos siguieron el ritmo que les marcó con “Mi gente”, con la que dijo adiós, luego de presentar “a un gran cantante y un gran amigo, por el que llamé a mi hijo Cristian”, expresó.
Segundos más tarde Cristian Castro estaba al frente del escenario dándole la mano.
Y aún con la luz apagada había energía, por eso Marc volvió para despedirse definitivamente con “Vivir mi vida” y culminar su pimera noche de gran gozadera en el Auditorio Nacional.