Al dejar atrás la desnutrición, “ya hemos vuelto a sonreír”
CON PROGRAMAS DE RS, organizaciones como Banco de Alimentos y empresas como Hérdez ayudan a combatir la pobreza alimentaria en las comunidades vulnerables
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en México hay 55.3 millones de habitantes en pobreza y 28 millones padecen carencia alimentaria. Ante esa situación, los bancos de alimentos, que suman 57, atienden esta carencia a través de proyectos sustentables y alianzas con la iniciativa privada.
“Desde que mi hija falleció, mi esposo y yo quedamos a cargo de nuestras nietas de 11 y 13 años. Él no tiene trabajo estable y nuestras necesidades y carencias han sido mayúsculas, pero desde hace un año el Banco de Alimentos del Estado de México nos apoya cada quince días con un paquete muy económico a cambio de 58 pesos. Gracias a los trabajos de voluntariado que realizo cotidianamente en esa organización es que podemos llevarnos un pan a la boca. Ya hemos vuelto a sonreír”, dice Elena Domínguez Vázquez, beneficiaria del programa.
El ingeniero químico Alberto Canul Juárez, director general del Banco de Alimentos del Estado de México, señaló que la finalidad de esta organización es otorgar paquetes alimentarios con al menos tres productos de la canasta básica, y el resto no perecederos, a 43 municipios, lo que beneficia a alrededor de 23 mil familias. “Al visitar las comunidades más vulneradas del Estado de México, nos hemos dado cuenta de que es necesario y urgente seguir sumando apoyos de aliados para contribuir a la mejora de las familias, y cada día me asombro más”.
Con 152 mil 800 beneficiarios, el Banco de Alimentos del Estado de México (entidad en la que cerca de 200 mil habitantes se encuentran en situación de carencia alimentaria) atiende en su mayoría a la población de comunidades rurales, pero también a la de zonas urbanas e indígenas, que en promedio consumen alrededor de 500 toneladas mensuales de alimento.
A decir del director general de la organización, la lucha no ha sido fácil, pero sí muy gratificante. Reconocido como el banco más grande por el número de personas beneficiadas, tiene programas de apoyo y Responsabilidad Social (RS) muy satisfactorios. “Además de los paquetes alimentarios con cuota de recuperación de 58 pesos, tenemos programas de apoyo alimentario a 19 instituciones, y otorgamos atención a orfanatos, asilos de ancianos y personas en rehabilitación por adicciones. Estas últimas trabajan habitualmente como voluntarios del banco en diversas actividades —en la separación de alimentos o en el área de empaque—, con lo que cerca de 500 personas se ven beneficiadas. De igual manera, alrededor de 60 familias reciben apoyos sin cuota de recuperación pues, además de padecer carencia alimentaria, tienen un familiar con alguna enfermedad de las llamadas catastróficas”, abundó Canul Juárez.
“Tenemos cerca de 45 donatarios locales. Para todos los bancos del país la suma asciende a 600 donadores, pero necesitamos más, porque las necesidades parecen no tener fin”, agregó Angélica Rivera de la Loza, directora de Desarrollo Institucional del Banco de Alimentos del Estado de México.
ESFUERZOS EN NUTRICIÓN
A través de alianzas con empresas como Cisco, la organización también logró rescatar a 145 estudiantes de escasos recursos, de entre 6 y 12 años, de la desnutrición a través del programa Nutri Siembra, con el cual se les practican inicialmente estudios de sangre, talla y peso para conocer su estado nutricional. Al cabo de medio año los indicadores muestran que logró reducirse hasta en 50 por ciento la desnutrición de estos menores.
Al igual que el Banco de Alimentos, la Fundación Herdez, una asociación civil fundada por Enrique Hernández Pons, busca con sus programas de apoyo a la comunidad empoderar a las familias más vulnerables con programas de vinculación con la comunidad, entre los que destaca el dedicado a combatir la desnutrición infantil.
Rodrigo Mondragón, jefe de marketing de Grupo Herdez, señaló que el objetivo primordial de la fundación consiste en preservar y mantener la riqueza de la cultura gastronómica de México, así como brindar apoyo a las comunidades rurales. “Uno de nuestros programas de RS más importantes es Saber Nutrir, que inició en 2011, con más de 5 millones de horas dedicadas a la educación alimentaria. Su objetivo es enseñar durante una semana, en cada sede, la manera correcta en la que los niños deben nutrirse. Se ha impartido en escuelas públicas, privadas y rurales por nutriólogos y chefs de la marca.
Mondragón dijo que la fundación trabaja en alianza con Pro Mazahua en 20 comunidades del municipio de San José del Rincón, Estado de México, y en tres comunidades en Tapachula, Chiapas, a través de ChildFund, beneficiando a 342 familias con talleres para la elaboración de huertos de traspatio y concientización sobre el uso de estufas ecológicas.
De 2013 a la fecha han puesto en marcha 755 proyectos productivos y ayudado a 342 familias a través del programa en comunidades. “En 2017, el programa social de las marcas de Grupo Herdez ayudará a mejorar la calidad de vida de las personas que viven en comunidades rurales mediante proyectos productivos: huertos, gallineros, cisternas, estufas ecológicas”.
57 bancos de alimentos ayudan a combatir la falta de comida en México a través de proyectos sustentables 5 millones de horas acumula la Fundación Herdez de talleres educacionales que benefician a 342 familias