“En 2050, habrá más plástico que peces en los mares”: ONU
Con esta y otras frases igualmente dramáticas —“debemos salvar los océanos (para) evitar una catástrofe mundial”—, el responsable de la ONU, Antonio Guterres, inauguró el lunes la primera conferencia mundial del organismo sobre los océanos, que al cabo de cinco días de reunión en Nueva York pretende definir una estrategia para revertir el deterioro de éstos. Lo anterior, dijo el político e ingeniero portugués, porque el volumen de los desechos plásticos podría superar el de los peces en 2050 si no se toman medidas, según un estudio reciente de la Academia Nacional de las Ciencias (PNAS) de EU.
Cuatro son, según la PNAS, los problemas más acuciantes que enfrentan los océanos, “el recurso más valioso del planeta”, a saber: contaminación plástica, blanqueamiento de los corales, pesca excesiva y aumento del nivel de las aguas a causa del cambio climático derivado de la acción humana.
Ante esto, las metas de la ONU incluyen proteger al menos al 10% de los ecosistemas costeros y marinos hasta el 2020, reducir la contaminación de los océanos y reforzar los medios de lucha contra la pesca ilegal y no regulada.
Junto al Acuerdo de París, el primer pacto vinculante mundial sobre el clima suscrito por los 195 países miembros en diciembre de 2015 en el marco de la XXI Conferencia sobre el Cambio Climático (COP21), el plan de acción para los océanos al que aspira la ONU puede marcar un punto histórico decisivo en materia ambiental. Esto pese a la retirada de EU del Acuerdo de París, anunciada por Donald Trump el 1 de junio; un anuncio tan catastrófico como movilizador, cuando vemos con qué beligerancia importantes y muy diversos sectores de EU y el mundo se oponen a la decisión del ecocida de la Casa Blanca, no importa si en muchos casos la motivación es económica.
Bajo el título “Aún estamos dentro”, los firmantes, entre ellos los gobernadores de Nueva York y California así como universidades y empresas tales como Apple, Nike y Google entre muchas otras, se comprometen a acelerar su lucha a corto y mediano plazo sin importar lo que haga el gobierno de Trump, para seguir “apoyando acciones por el clima para cumplir con el Acuerdo de París”. A nombre de un porcentaje significativo de la economía de EU, los firmantes, coordinados por el ex alcalde de Nueva York, el multimillonario Michael Bloomberg, parten del hecho de “la ausencia de liderazgo de Washington” para comprometerse a impulsar metas ambiciosas por el clima, trabajando juntos, afirman, a favor de acciones concretas y para asegurarse de que EU siga siendo un líder global en la reducción de emisiones tras el aliento y el compromiso de la administración de Barack Obama con el Acuerdo de París.
El viernes pasado, luego del anuncio de Trump contra el Acuerdo de París, Bloomberg ofreció donar 15 millones de dólares a la oficina de la ONU encargada de luchar contra el cambio climático, el mismo monto que el organismo dejará de percibir de EU como amenazó desde el magnate desde su campaña electoral. Con Obama, EU se había comprometido en París a reducir para 2025 en 26% a 28% las emisiones de GEI:
A este esfuerzo se sumará sin duda el cineasta estadunidense Michael Moore, de 63 años, que ayer lanzó la página web TrumpiLeaks para que la población denuncie y comparta información sobre el gobierno “tiránico” de Donald Trump. Así lo afirma el autor de cintas tan emblemáticas como Masacre en
Columbine (Oscar 2013 al mejor documental) y Fahrenheit 9/11, el más taquillero de la historia de EU.
En entrevista con la agencia francesa AFP, Steven Cohen, director ejecutivo del Earth Institute, especializado en el cambio climático en la Universidad de Columbia, Nueva York, opinó que “asistimos a una reacción masiva a la decisión de Trump (quien) dio involuntariamente una aceleración a la reducción de gases de efecto invernadero”. Incluso “EU hará más que cumplir con sus compromisos de reducción: irá más allá”, dijo. Recordó que muchos gobiernos locales y empresas ya estaban muy implicados en estos esfuerzos, sinónimo de “inversiones a largo plazo”. “Estados Unidos ya comenzó a reducir sus emisiones más rápido de lo previsto”, agregó. “Los estados de California o Nueva York se vuelcan a las energías renovables y no veo por qué eso cambiaría, tiene sentido desde el punto de vista económico”.