Faltan hombres de Dios; piden retomar valores
La organización religiosa congregó a sus fieles hidalguenses, así como invitados de otros estados y varios países del continente donde se hizo un llamado a reflexionar sobre el rumbo de la sociedad y el futuro humano
Ante una audiencia de más de seis mil asistentes de distintos municipios de Hidalgo y otras partes del país, el presidente de la Iglesia de La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, señaló que en el mundo actual se ha perdido la figura de un hombre de Dios, una figura que guíe a los fieles para llevar una mejor vida, y por ello se ha perdido el mensaje y la enseñanza de Jesús.
En su discurso con motivo del encuentro nacional con sede en Pachuca que la organización religiosa sostuvo ayer en el Polideportivo de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo en el municipio de Mineral de la Reforma, afirmó que se han perdido los valores del Evangelio y se ha perdido el temor a Dios en la sociedad actual.
Consideró que algo que se debe retomar es la falta de un líder espiritual que sea reconocido como un hombre de Dios, el cual estará guiado por él para llevar un mensaje a la humanidad y con ello poderse conducir de la mejor manera entre las diferentes circunstancias que ponen a prueba la fe de los creyentes. “Solo Dios puede manifestar su voluntad a través de un hombre de Dios y él siempre ha querido que sea través de un hombre y a través de ese hombre guiar a su pueblo y con eso llega su libertad”.
Reconoció que los hombres son los mismos que pierden la guía de los valores de Dios y por ello deben recordar y regresar a un tiempo en el que se tenía muy presente el temor al creador, “debemos aprender a Dios, antes los gobernantes como un rey tenía que estar sujeto a la ley de Dios, porque no hay más poder que Dios y el hombre debe temer a Dios, que no se aparten de los mandamientos ni a diestra ni a siniestra, el hombre debe apegarse a la ley de Dios”.
Aseguró que la prosperidad que Dios prometió al hombre no solamente fue espiritual sino que también material, y es por ello que es difícil ver que los líderes de diversas creencias así como de algunas naciones en las que parece que esperan solamente que al final se les dé una prosperidad espiritual, detalló que en su fe esto no tiene cabida y que no pueden simplemente cruzarse de brazos para esperar esa prosperidad.
A pesar de ello reconoció que Dios también lleva la prosperidad material y espiritual de diversas formas a cada hogar de sus fieles, “la manera en la que llega esa prosperidad y la forma en la que tenga éxito es muy diferente para cada uno, según el comportamiento y conducta que tuviera la persona es en donde iba a radicar su prosperidad, Dios ha de engrandecer todo lo qué haces si no te apartas de él, esa es la palabra de Jesucristo”.
Sostuvo que la fe verdadera en la palabra de Dios no radica con tener un crucifijo al cuello o levantar la mano, al momento de ser cuestionado si se cree en Jesús, igualmente en la asistencia a la iglesia; señaló que debe radicar en la completa aceptación de los mandatos, evangelios y doctrinas de Dios, las cuales deben ser refrendadas e impulsadas por un hombre elegido por Dios para esparcir sus enseñanzas, en este caso la figura de un Apóstol de Jesucristo.
Expresó a los presentes que muchos de los conflictos y falta de prosperidad es debido a que no buscan más que satisfacer los lo que el cuerpo necesita y no dar solución también en el espacio que necesita y las necesidades que tiene el alma, “nosotros decidimos hacer la voluntad del señor y probar que adoptamos esta doctrina no de palabra sino de acciones y actividades que hacemos a diario”.
Por ello exhortó a los presentes a buscar un espacio todos los días para agradecer a Dios por lo que se tiene y no envidiar lo que no se tiene, “debemos reconocer que todo lo que tenemos y todo lo que somos es por Dios, se debe agradecer a Dios todos los días y que se alguna forma el alma este fuerte y nutrida para que se pueda aprender a controlar las necesidades carnales”.
Ejemplificó este punto con Abraham, del pueblo de Israel, que en los textos bíblicos fue y sigue siendo un gran exponente del país israelita: “Abraham fue prosperado un poco más que a sus semejantes”, explicó el representante religioso.