Conductor podría alcanzar hasta 50 años de prisión
Fiscalía solicitará al juez de control prisión preventiva durante la audiencia inicial Detenido se encuentra en el área de retención primaria de la Policía Investigadora “No se tocó el corazón para arrollar a los autos”, relatan testigos en la zona
Elías lo vio todo. Al camión de volteo, al conductor, el impacto con los seis autos, a las personas lesionadas, a la Cruz Roja, los Bomberos y a los policías desenfundar sus armas. Sintió miedo.
Platicaba con un guardia de seguridad a un lado de su puesto de tortas cuando escuchó la sirena de una patrulla y detrás de ella un camión de volteo a alta velocidad. Eran las once de la mañana con 45 minutos. Miércoles. Vísperas del verano.
Al llegar a los semáforos de la carretera Pachuca-Tulancingo en el cruce de avenida Universidad, el camión de volteo subió a camellón y se impactó con una fila de autos dañando a cinco.
Elías lo miró todo y vio cómo enseguida llegaron policías municipales de Mineral de la Reforma y policías estatales. “Le gritaban: ábrele, ábrele; cuándo les iba abrir ese cabrón”, dice Elías mientras prepara cinco tortas para un cliente.
Enfrente del puesto de tortas de Elías está el taller de alineación y balanceo Marpa Pachuca.
Ahí Ángel, almacenista del taller, escuchó un impacto fuerte. Pensó que algo se le había caído a sus compañeros.
Salió del almacén y vio a la gente que corría. Se acercó y miró el camión de volteo atravesado sobre la carretera. Había chocado a cinco autos. “Los policías le gritaban al conductor: ya párate, ya párate, pinche inconsciencia de los policías”, cuenta.
Ángel alcanzó a ver al conductor del camión de volteo, no traía playera, tenía bigote y llevaba un tatuaje en el lado derecho del cuello.
Los policías municipales y estatales rodearon al conductor, sin embargo éste metió reversa al camión, volvió a subir el camellón, un policía subió al estribo del copiloto y la unidad enfiló hacia Tulancingo.
El camión chocó a un taxi y el policía cayó en los semáforos. No pudo detener al conductor.
Entonces Elías se acercó al lugar de la carambola y comenzó a grabar con su celular. Al sitio habían llegado ya la Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos.
En el video de Elías se observa el conductor del Neón prensado a la puerta y a los paramédicos atendiendo a una mujer en un auto colocándole una venda en la cabeza. El saldo: dos lesionados graves y tres con lesiones leves.
Antes de llegar a Pachuca, el conductor del camión de volteo había atropellado a una persona en Epazoyucan. Perdió la vida.
Los policías dieron alcance al conductor y lo detuvieron en la colonia Carboneras, Mineral de la Reforma.
-¿Qué piensas de lo sucedido?-, pregunto a Elías. -Hijo de su pinche madre, no se tocó el corazón para arrollar a los autos, llegó con todo-, responde.
Elías, que era testigo de todo en el momento de los hechos, dice que cuando el conductor del camión de volteo había impactado los autos y se encontraba detenido la gente le gritaba a los policías que le dispararan. “Pinches policías no le pudieron disparar ni a los neumáticos, sacaron sus armas pero no le tiraron”, suelta Elías.
Dice que los policías no tuvieron la pericia para poner una patrulla detrás de camión para impedir que escapara. “Si yo hubiera sido policía sí le hubiera disparado”, se sincera.
Dice que quienes sí hicieron un trabajo eficiente fueron los paramédicos de la Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos al prestar ayuda inmediata a las víctimas.
“Si los policías le hubieran disparado kilómetros atrás el camión no hubiera llegado hasta acá y afectado a tanta gente”, analiza el joven de gorra negra. -¿Cuántos años crees que le den al conductor?-, le pregunto. -Ya no sale-, responde seguro. Elías habla de lo sucedido 24 horas después de los hechos. Ya sin el miedo aferrado a su cuerpo reflexiona:
-Fue un miércoles de terror.