¿Sabemos cómo reaccionar ante el desastre?
Las lluvias han entrado de lleno en estos días dentro de nuestro Estado, Pachuca no es la excepción y a pesar de que sabemos que sus calles están anegadas y llenas de baches, lo que la hacen literalmente un campo minado en varias de sus colonias (algo que tendrá que planear mejor nuestra alcaldesa, porque de nada sirve bachear en esta temporada), no podemos olvidar que esto es algo que año con año se repite y es ya hasta normal ver que si llueve, calles y avenidas de la Bella Airosa terminan siempre bajo el agua y con el típico caos que con ello se genera.
Digamos que la lluvia es el fenómeno meteorológico más común y que más estragos causa en estas nuestras tierras, por ello la pregunta de fondo es si estamos realmente preparados para enfrentar algún incidente provocado por este o algún fenómeno más.
En honor a la verdad, cultura de qué hacer en caso eventual de algún desastre sea provocado o natural no tenemos; si bien el concepto de protección civil se entiende como el conjunto de disposiciones medidas y acciones destinadas a la prevención, auxilio y recuperación de la población ante la eventualidad de un desastre, es solo en la realidad algo que atañe al Sistema Estatal de Protección Civil, a nosotros a los de a pie, no nos interesa y ahí es donde reside el problema.
En esta semana se efectuaron gran variedad de simulacros en diferentes plazas comerciales del Estado, siendo Pachuca y Tulancingo los lugares más sonados, con el fin evidente además de verificar las capacidades de reacción de estos establecimientos, de validar con la población la conciencia que se tiene ante estas eventualidades.
El ejercicio de un simulacro permite evaluar y retroalimentar planes de acción con el objetivo de minimizar pérdidas materiales y sobre todo vidas humanas, parte fundamental del simulacro es realizar una evaluación del lugar en peligro, esta se realiza en coordinación con elementos de seguridad pública y tránsito y es precisamente el personal de protección civil quien avala si se cumplen las normas necesarias, en otras palabras, dan su visto bueno de que todo salió “al pie de la letra”.
Todos, no solo las brigadas de las plazas comerciales debemos tener conocimiento básico de qué acciones debemos seguir para preservar la vida, y evitar daños a nuestra persona cuando un siniestro ocurre, siendo como dije alguna inundación, pero también le hablo de sismos, incendios y asaltos, entre otras cosas.
Este tipo de operativos de emergencia son por demás necesarios (sino es que obligatorios), ya que permiten la evaluación de los mismos, además del personal y de los sistemas de protección con los que cuentan las plazas, así como la coordinación con servicios de emergencia, ya que una respuesta rápida y eficaz minimiza las pérdidas materiales y llegado el caso las pérdidas personales.
Dicen los que saben que Gran Patio es la plaza mejor preparada y organizada en caso de que algún incidente se presente, por cierto, estuve presente este Miércoles cuando fue asaltada la sucursal de un banco en dicho lugar, estaba llegando cuando vi a no menos de 10 patrullas y como una treintena (no le exagero) de policías estatales y de personal de la judicial, es decir los famosísimos “judas”, copando el lugar y moviéndose por todos lados, y esto debido a que se corrió la voz de que los asaltantes después del atraco, se escondieron al interior de la plaza. Hasta perros policía me tocó observar, buscando por todos lados a los susodichos, lo que me agrado fue ver el accionar de esta gente, sabían lo que hacían y daban a nosotros la ciudadanía las indicaciones claras a seguir, quizá lo preocupante es que vi a judiciales de edades mínimas, parecían adolecentes y el 80% con armas largas y de grueso calibre, pregunte y la respuesta que se me dio es que todos eran mayores de edad, sin embargo, no dejo de ser al menos para mí, de extrañarse.
Así que el asunto es estar preparados, no podemos dejar todo a aquellos que nos “deben cuidar” me refiero a protección civil, bomberos y policías, que estos últimos ya se nos dijo que para esta temporada “adelantada” de lluvias, en donde el caos se vuelve impensable y preocupante al ver como la ciudad en zonas muy precisas literalmente queda bajo el agua, ya los “armaron” con gabardinas, botas de lluvia, equipo de bombeo, palas y cuerdas, para en caso necesario “echar” montón en la ayuda por alguna afectación severa.
Por lo pronto es común ver en todas nuestras calles la realización de labores de reparación y “parcheo” de cuarteaduras y baches (que parecen cráteres), con el fin de permitir la circulación sin contratiempos, son nuestros impuestos en acción.
Pero y repito, eso no basta, será también nuestro accionar como ciudadanos conscientes y responsables, el mejor antídoto para sortear esta temporada y cualquier eventualidad más, empecemos al menos por atender a lo que se nos indique en momentos como esos y, por otro lado, tener la decencia de leer, estudiar o preguntar qué hacer en caso de que el desastre se presente, nuestra seguridad dependerá de ello.
Que pase un excelente fin.