Sequías severas, la otra cara del clima en México
Científicos del país y de EU alistan foro sobre calentamiento global; plantean acciones para evitar que suba la temperatura del planeta
Sequías severas, tornados y fuertes inundaciones son algunos de los síntomas que se han generado en México como consecuencia del cambio climático, con mayor frecuencia en los últimos años.
Integrantes del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese), Baja California, señalaron que se requiere una interacción académica que contribuya a comprender y mitigar la amenaza global si llega a incrementarse en 2 grados centígrados la temperatura del planeta.
Para analizar este tema, integrantes de esta institución se reunirán con sus contrapartes de la Universidad Estatal de Arizona (EU) el próximo 4 de julio.
Mientras muchas partes del país están afectadas por las lluvias, en un estado como Sonora se mantendrá un ambiente de calor extremo, que incluye temperaturas máximas de 40 a 45 grados centígrados a la sombra.
La mayoría de los científicos del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, de la ONU, asegura que la colaboración entre naciones es primordial pues el cambio climático no reconoce fronteras.
Tanto el Cises como la Universidad Estatal de Arizona buscan mantener esta interacción académica para enlazar esfuerzos y generar conocimiento que resuelva problemas socioambientales.
El centro convocó a la comunidad interesada en el tema a asistir a este encuentro, en el que se compartirá información actual sobre los efectos y retos que promete el cambio climático.
Los organizadores realizarán dos seminarios. El primero será “Efectos del cambio climático sobre el funcionamiento de ecosistemas áridos” y el segundo, “Modelación climática regional: retos científicos y oportunidades de colaboración”. En un reporte meteorológico, Protección Civil de Sonora señaló que las altas temperaturas se deben a un canal de baja presión extendido sobre la península de Baja California, que se combina con un flujo de humedad generado por vientos máximos que cruzan la región.
En tanto, en Jalisco se dio por concluido el periodo crítico de incendios forestales de este año, en el que resalta la labor de brigadistas para evitar que se quemara una importante superficie silvícola.
La Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial informó que este año el estado contó con más de mil 300 brigadistas para enfrentar los incendios durante los meses más difíciles del año, que van de abril a junio.
Según datos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), mayó fue uno de los meses más cálidos en la entidad, seguido de un periodo prolongado de sequía.
Un estudio de la Universidad Chapingo revela que este año los brigadistas de Jalisco evitaron que se quemara una superficie de 267 mil 600 hectáreas, gracias a los esfuerzos coordinados entre los tres órdenes de gobierno.
El foro del Cicese y la Universidad de Arizona es precisamente plantear acciones que eviten que estas contradicciones climáticas afecten a los seres humanos en cualquier parte del mundo. M
Bryan Méndez Padilla se ha quedado mudo. Sobre el porqué ya no quiere saber nada. Han dejado de importarle las explicaciones técnicas. Su desfile de cuatro años y tres meses —de enero 2011 (cuando fue diagnosticado) a abril de 2015 (cuando renunció al tratamiento)— por consultorios, análisis y doctores le dejaron terribles recuerdos —guantes de látex, asfixia, metal penetrando su laringe y sonrisas de compasión cínica— y dos cosas concretas: la palabra “irreversible” y 477 mil 583 pesos menos en su tarjeta de débito.
Su voz muerta (1968-2016, año en que se extinguió por completo) fue grave y rápida, de colores acerados y tendencia a comerse las eses finales. Gritaba poco y nunca se le dio bien el canto.
Ahora Bryan puede enfrentar estos recuerdos sin angustia o nostalgia. Es un hombre de 49 años resignado a existir sin sonido. A haberlo perdido. Y eso para él está bien: es la forma actual en la que está vivo.
Su vida de mudo es intensamente sonora. Los ruidos han adquirido para Bryan una importancia extraordinaria. Pájaros/camión de basura/sacras campanas construyen el pasaje polifónico que —de lunes a viernes— lo ubica en el tiempo cada mañana. A través de chillidos, prolongados silencios, suspiros, platos chocando contra tazas, pasos lentos/pasos rápidos, golpes metálicos o celofán siendo arrugado, Bryan descifra lo que su esposa Érika —con quien vive desde hace cinco años en la San Miguel Chapultepec— está haciendo al otro lado del departamento.
Y el cuerpo de Bryan se ha vuelto demasiado expresivo. Érika, de cariño, a veces le dice El Mimo Padilla. Gestos contundentes y movimientos precisos. Manos, miradas, boca e inclinaciones del torso bastan para que Bryan exponga con claridad sus emociones. Es un agudo pantomimero.
Para transmitir pensamientos, lidiar con abstracciones o aclarar algún tema proclive a suscitar una pelea, Bryan aún necesita de la palabra. Entonces recurre a los cuadernos de conversaciones que destina a su relación con Érika (en donde solo escribe él; ella siempre transmite a viva voz sus respuestas).
Cuadernos tamaño esquela de pasta gruesa color rojo. Ahí se leen cosas como (conversación del 16 de febrero de 2017): “¡Roncaste!”. “No, no demasiado, pero ha aumentado”. “Ve a que te revisen, yo te acompaño”. “Soñé que estaba acostado y un dentista sacaba de mi boca un escarabajo”.
La letra manuscrita de Bryan es gigantesca y garigoleada. De líneas agresivas y curvas sinuosas. La “t” en forma de cruz barroca y el pico de la “A” mayúscula filoso y agresivo. Una letra inolvidablemente escandalosa. M
Brigadistas de Jalisco impidieron que este año se quemaran más de 260 mil hectáreas