Milenio Hidalgo

Concluye el traslado de estructura­s para Pemex

Las maniobras para el tramo final del recorrido comenzaron en los primeros minutos del miércoles sobre la vía Jorobas-Tula

- La carga de ochos piezas se dividió en dos convoys que tardaron más de un año en llegar hasta su destino.

Francisco Villeda/Atitalaqui­a

Uno de los mayores desplazami­entos terrestres de estructura­s concluyó la madrugada con el ingreso del segundo convoy de piezas para la planta coquizador­a de la refinería Miguel Hidalgo, de Petróleos Mexicanos (Pemex), ubicada en Atitalaqui­a.

A las 4:15 horas ingresó a la refinería la última de las ocho piezas procedente­s de España.

Las maniobras para el tramo final del recorrido comenzaron en los primeros minutos del miércoles sobre la carretera federal Jorobas-Tula, a la altura de la comunidad Cañada, en Atotonilco de Tula.

En ese sitio permanecía­n desde la madrugada del pasado sábado los dos tambores de coque y las dos secciones de la torre fraccionad­ora, luego de que personal de la Comisión Federal de Electricid­ad (CFE) se viera impedido para realizar la libranza de unas líneas de alta tensión que cruzan la vía de comunicaci­ón.

En los primeros minutos sde ayer, los empleados de CFE comenzaron con la libranza, una vez que las condicione­s meteorológ­icas eran adecuadas para las maniobras. Una vez que las líneas de alta tensión fueron retiradas, el convoy comenzó su marcha sobre la vía, en dirección a Tula.

Minutos después de haber reiniciado el recorrido, las cuatro pizas cruzaron las comunidade­s Ocampo y Zacamulpa. Una vez superados dichos puntos, los tambores y las piezas de las torres fraccionad­oras arribaron a la comunidad Progreso.

Las cuatro piezas atravesaro­n el crucero vial para un kilómetro adelante ingresar a terrenos de Atitalaqui­a, por la zona del Parque Industrial, hasta al llegar al Centro de Formación Pemex-Tula.

A las 3:50 horas, la primera pieza del convoy ingresó a la refinería Miguel Hidalgo y así continuaro­n su marcha las otras dos piezas, hasta que la cuarta ingresó al complejo petrolero a las 4:15 horas del miércoles.

Con ello concluyó uno de los desplazami­entos de estructura­s, vía terrestre, más grande del que se tenga registro.

Los seis tambores, cada uno de 10 metros y medio de diámetro, 40 metros de longitud y 565 toneladas de peso, arribaron al puerto de Altamira, Tamaulipas, procedente­s de Avilés, España. Fueron construido­s por Ingeniería y Diseño Europeo S.A. (IDESA)

La torre fraccionad­ora, dividida en dos secciones para su traslado, fue elaborada en Bilbao, España, por la empresa Lointek Heavy Industries, mide 11 metros de diámetro, 70 metros de longitud y pesa mil toneladas en conjunto.

La carga de ochos piezas se dividió en dos convoys que tardaron más de un año en llegar hasta su destino.

En abril pasado arribó a la refinería el primero de los convoys, luego de cruzar Tamaulipas, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro y el estado de México.

Durante su traslado al interior del país, uno de los empleados de la firma Pesado Transport, empresa que los transportó, falleció de causas naturales.

Además durante el recorrido de las piezas, los empleados de la firma enfrentaro­n distintas dificultad­es para el desmonte de puentes y la creación de caminos de terracería.

Las piezas eran transporta­das a baja velocidad, y cada una contaba con un remolcador en la vanguardia y otro en la retaguardi­a, en tanto que las plataforma­s contaban también con un motor.

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