Parlamento Europeo avala renovar vínculos con Cuba
El Parlamento Europeo avaló por amplia mayoría el relanzamiento de relaciones entre Bruselas y La Habana, suscrito en diciembre pasado por la representante de la Unión Europea (UE) para la política exterior, Federica Mogherini, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación UE-Cuba recibió 567 votos a favor, 65 en contra y 31 abstenciones lo que según analistas de la web oficial Cubadebate supone que Europa ha tomado “una posición de ventaja” respecto de Estados Unidos para desarrollar sus lazos económicos con Cuba.
Aunque el acuerdo pone fin a la llamada “posición común”, que desde 1996 pedía cambios políticos a Cuba antes de cualquier normalización de relaciones, la Eurocámara aprobó una resolución adjunta que subraya la cláusula de salvaguarda vigente en el pacto, según la cual en caso de que La Habana no respete los derechos humanos se suspendería su aplicación.
Cuba era el único país de América Latina con el que la UE no tenía acuerdos como consecuencia de la posición común impulsada por el ex presidente español María Aznar, del Partido Popular (PP, conservador). Pero el mismo PP respaldó ahora el acercamiento.
El acuerdo entrará en vigor, aunque de manera provisional y parcial en los aspectos comerciales y de cooperación bilaterales, mientras se desarrolla un proceso para su ratificación por los parlamentos de los países de la UE, destaca Cubadebate.
Las negociaciones entre Cuba y la UE comenzaron en 2004 y transcurrieron en paralelo al acercamiento a la isla iniciado en diciembre de ese mismo año por Washington, que fue detenido el 16 de junio pasado por el presidente Donald Trump.
A esta aprobación se opusieron sectores anticastristas radicales de Cuba y de EU, que viajaron expresamente a Estrasburgo desde hace meses y presenciaron la votación de ayer.
Representantes de esos mismos sectores acompañaron a Trump en el anuncio días atrás de nuevas restricciones al comercio y a los viajes de los estadunidenses a la isla, así como un reforzamiento del bloqueo al país caribeño.
El pacto pone fin a la “posición común”, que exigía cambios políticos a La Habana