DURANTE FERIA, EN ACTOPAN HAY BARBACOA POR DOQUIER
El olor a la carne de borrego preparada en el hoyo impregna el lugar, los visitantes tienen que decidirse en cuál de los puestos semifijos se sentarán a degustar un taco y acompañarlo con el típico plato de consomé
Actopan es uno de los municipios más antiguos de Hidalgo. Su gente dice orgullosa que ha cumplido 471 años de su fundación, e incluso presumen que es más antiguo que la capital Pachuca y otras zonas más urbanas. Este fin de semana es especial para los habitantes de la llamada “Tierra gruesa, húmeda y fértil”, pues la Feria de la Barbacoa ofrece este emblemático platillo mexicano casi por todos lados.
El olor a la carne de borrego preparada en el hoyo impregna el lugar, los visitantes tienen que decidirse en cuál de los puestos semifijos se sentarán a degustar un taco de barbacoa, porque todos parecen iguales y ofrecen prácticamente los mismos productos, por lo que para decidir el lugar tienen que hacerlo al azar o aceptar las invitaciones de los cocineros que tratan de convencer a los paseantes.
El centro histórico de Actopan está repleto de puestos de barbacoa que ofrecen también el típico cónsome, panza y quesadillas. Para acompañar su comida, otros ofrecen pulque y varios tipos de mezcal para que “amarre”, según dicen los cocineros que amablemente pueden ofrecen un taco gratuito de barbacoa.
Es la ley de la oferta y la demanda de barbacoa, los comensales deben aprovechar que están a precios accesibles respecto a otras regiones y probar la nacionalmente conocida barbacoa de Actopan, cuyo sello en particular consiste en su peculiar preparación que provee de un singular sabor totalmente distinto al resto de las barbacoas que se venden en México.
“Hacemos la barbacoa tradicionalmente, estamos orgullosos de nuestra sazón y por eso cada vez viene más gente a probar nuestra barbacoa y al siguiente año regresan más y con más gente”, dice Alejandro García Flores, un barbacoero que se ha dedicado a esta actividad desde hace más de 20 años y que ha heredado este trabajo de su familia.
Aunque el cielo está nublado y hace frío, esto no desanima a los barbacoeros que le piden a los visitantes que se acerquen a degustar los platillos que prepararon en una guerra por ganar clientela.
El fin de semana los barbacoeros esperan que sea mejor para sus ganancias, ya que el viernes fue un día gris como el color del cielo, por lo que desean una mayor afluencia de turistas en el cierre de la feria de aniversario de fundación del municipio.
Conforme avanza la tarde hay menos personas que visitan el centro, por lo que algunos barbacoeros comienzan a cerrar y otros se ven semivacíos esperando que la mañana del sábado y domingo sea más productiva económicamente.
El olor a la barbacoa empieza a disiparse y algunos barabacoeros les dan algunas sobras o huesos a los perros callejeros que aprovechan el festín de comida que les arrojan, mientras que los únicos puestos que siguen abiertos son los de artesanías que ofrecen pulseras, aretes, collares y otros artículos hechos por los habitantes.