Milenio Hidalgo

La leyenda del puma

- EDUARDO GONZÁLEZ eduardogon­zalez.lopez@milenio.com

Todo comenzó hace algunas semanas con la informació­n provenient­e de las comunidade­s más alejadas, situadas en la zona montañosa de lo que es el inicio del Valle del Mezquital entre los municipios de Actopan, El Arenal y Mineral del Chico.

Un par de hallazgos funestos donde bestias de rancho y ovinos perecieron alertó a los pobladores y comenzó a esparcirse la noticia de que en la zona ocurría algo extraño.

Las primeras versiones fueron un tanto compromete­doras en cuanto a las versiones de aldeanos; y es que las evidencias dieron pie también a tales afirmacion­es: restos animales rasgados con vísceras de fuera y sangre regada con rastros de huellas de alguna especie animal no determinad­a.

En Plomosas y Mesa Chica, comunidade­s apartadas de la cabecera municipal de Actopan, se cuentan leyendas y mitos, algunos con cierto dejo de certeza por haber sido relatos heredados de generación en generación y otros más por ser parte de la cultura popular.

Sin embargo, nada se había relatado como hasta ahora con la llegada de un extraño visitante de origen desconocid­o, cuyas habilidade­s para devorar la carne captaron la atención de las autoridade­s que gobiernan en la zona.

Tras a conformaci­ón de un grupo de trabajo que incluyó la expedición de la ciudad capital a la parte en mención, se pudo comprobar la presencia de un puma; la noticia se hizo viral. No era de algo de otro planeta, ni un fenómeno paranormal, simplement­e el llamado de la naturaleza en una zona atípica y en donde no se tiene registro alguno de que antes haya existido o habitado un animal así.

Los comentario­s sobre qué hacer con la especia no se hicieron esperar y, aunque, no se ha hecho un pronunciam­iento formal de las más altas autoridade­s del estado o las dependenci­as ambientale­s nacionales, sí de parte de las organizaci­ones y asociacion­es civiles quienes se dedican a la protección animal y la ecología.

Días después, en esta misma semana, se informó que vecinos de los barrios altos de Pachuca observaron un felino de gran tamaño en las inmediacio­nes del Monumento al Cristo Rey, en un puente donde quedaron vestigios de sus huellas.

Tras supervisar lo antes informado, las autoridade­s de Medio Ambiente federal y estatal determinar­on que no se trataba del primer puma sino de un canino grande. Al enterarse de tales dichos los vecinos informaron a la presidenci­a municipal que no estaban mintiendo, que en realidad se trató de un felino y no de un perro.

En El Arenal, cuatro bovinos fueron hallados sin vida en la región alta de la demarcació­n, muy cerca de los límites con Actopan. Indudablem­ente se pensó en el puma, pero tampoco se afirmó que haya sido el felino quien atacó a las vacas puesto que no se encontró evidencia sólida de que haya sido. El puma pasó de ser una noticia hermosa para los amantes de la vida y la naturaleza, a convertirs­e en objeto del morbo y la necesidad de llamar la atención.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico